Vías de comunicación divinas

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Dios tenía un problema! Había creado todo perfecto. La I Biblia expresa la belleza de su maravillosa obra al declarar: "y vio Dios todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en gran manera" (Génesis 1: 31). Algunas versiones dicen que era "muy bueno". Pero cuando el pecado entró en nuestro mundo, ya no fue posible la comunicación cara a cara entre Dios y sus hijos. ¿Cómo podía, bajo esas circunstancias, hablar con aquellos que tanto amaba? Si usted hubiera estado en esa situación, ¿qué métodos habría elegido? ¿Escribir mensajes en el cielo? ¿Hablar con voz de trueno? ¿Hacer milagros para mostrar su amor? ¿Hablar con personas especiales y pedirles que escribieran lo que les comunicaba?
Como es fácil comprender, Dios ha usado adaptaciones de todos estos métodos. El siervo de Eliseo vio las colinas llenas de carros de fuego, de ángeles que rodeaban la ciudad (2 Reyes 6: 17). Fue una milagrosa revelación del solícito amor de Dios. En otra ocasión, Dios habló con voz de trueno desde el Monte Sinaí, acompañado de relámpagos y sonido de trompeta muy fuerte (Éxodo 19: 16). Sus milagros aparecen en casi cada libro de la Biblia, desde la preservación de Noé y su familia en el arca, hasta los actos de sanidad y resurrección de muertos efectuados por los apóstoles.

  • Dios envió a sus profetas

El Señor utilizó profetas para mejorar la relación divino-humana. De hecho, el ministerio profético fue idea e iniciativa de Dios, al tratar de cruzar el gran abismo que lo separaba de su rebelde familia de esta tierra. Aunque Dios utilizó varios métodos para comunicarse con los seres humanos, el uso de profetas fue la forma más conocida. "Porque no hará nada Jehová el Señor, sin que revele su secreto a sus siervos los profetas" (Amós 3: 7).
¿Cómo sabemos que Dios obró a través de los profetas? ¡La Biblia nos lo dice! Pero, ¿podemos confiar en lo que dice la Biblia? Más tarde estudiaremos evidencias en relación con esto. Dejemos la respuesta a esa pregunta para después y consideremos sencillamente cómo se ha revelado Dios a través de los profetas.
Un interesante estudio de palabras en una concordancia revela por lo menos tres métodos principales (y algunas variantes) a través de los cuales Dios presentó sus mensajes a sus profetas. Uno de esos métodos se relaciona con los sueños, y Dios los ha utilizado con otras personas además de sus profetas "oficiales". Abimelec (Génesis 20: 3) y José (Génesis 37: 5; 40: 5 y 41: 7, 8) son dos ejemplos de ello. Seguramente recordará también al soldado que soñó que un pan de cebada venía rodando hasta trastornar el campamento madianita (Jueces 7: 13-15), así como el sueño del recientemente coronado rey Salomón (1 Reyes 3: 5). Dios usó también sueños para comunicarse con sus profetas (Jeremías 23: 28; Daniel 7: 1).
¿Significa esto que cualquiera que tiene un sueño ha recibido una comunicación personal procedente de Dios? ¡Difícilmente! Pero algunas veces Dios da a conocer sus planes a sus hijos a través de sueños.
¿Recuerda usted las visiones de Daniel acerca de bestias, reinos y cosas semejantes? Sí, Dios también utilizó visiones. La concordancia de Strong define una visión como el hecho de "percibir mentalmente" o recibir un "oráculo" o una revelación, "el acto de ver, de tener experiencias, o contemplar". Es muy probable que cuando los profetas anunciaron que "la palabra de Jehová vino" a ellos (Jeremias 46: 1, Oseas 1: 1, Joel 1:1, Miqueas 1: 1, etc.), vino frecuentemente en forma de visión, como en el caso de Amós 1: 1, cuya traducción en algunas versiones dice literalmente: "Las palabras de Amós [ … ] las cuales vio". ¿Cómo podía Amós ver las palabras? ¿Será que Dios las escribió en alguna parte y se las mostró luego en una visión? ¡No, ciertamente! Amós probablemente vio a un ser celestial que hablaba con él y escuchó las palabras. Recordemos que Jesús, el "Verbo" se hizo carne (Juan 1: 14). Sueños, visiones, "ver" la Palabra, la Palabra que viene a nosotros [ … ]. Dios ha utilizado todos estos métodos para establecer de nuevo una relación con sus hijos a través de advertencias, reprensiones y enseñanzas.

  • Dios está buscando a las personas

Las imágenes de personas buscando a sus seres amados o mascotas después de la destrucción causada por los huracanes Katrina y Rita, están todavía vívidas en la memoria de mucha gente. Qué alegría les causó volver a reunirse con ellos. Pero aún más intensa y conmovedora es la forma como Dios nos busca. Ese es el único propósito que lo impulsa al procurar establecer comunicación con nosotros: encontramos y rescatamos de nuestra terrible condición. Este es, probablemente, uno de los aspectos del cristianismo que más apela a los fieles de otras religiones. En vez de esperar que apacigüen o aplaquen su ira, Dios nos busca, porque nos ama. Llamó a Adán en el jardín del Edén, preguntándole: "¿Dónde estás tú?" Escuchemos a Jeremías transmitiendo las palabras de Dios: "Y envió Jehová a vosotros todos sus siervos los profetas [ … ]; pero no oísteis, ni inclinasteis vuestro oído para escuchar" (Jeremias 25: 4). Isaías habla en nombre de Dios, clamando: "Mirad a mí y sed salvos" (Isaías 45: 22). Las parábolas de Jesús muestran a Dios como un mercader que busca buenas perlas (Mateo 13: 46), como un rey que envía a sus siervos a invitar a sus súbditos a un banquete (Mateo 22: 9), o como alguien que busca una moneda o una oveja perdida (Lucas 15). El Apocalipsis describe gráficamente al Espíritu y la esposa declarando: "¡Ven!" (Apocalipsis 22: 17). Sí, desde el Génesis hasta el Apocalipsis, Dios nos busca, nos atrae y nos ruega que vengamos a vivir con él.

  • Otros mensajeros y otras funciones de los profetas

¿Incluye nuestra Biblia actual todas las revelaciones de Dios? Ciertamente no. En 1 Crónicas 29: 29 y 2 Crónicas 9: 29 se mencionan los "libros del profeta Natán, la profecía de Ahías silonita, y la profecía del vidente Iddo". En 2 Crónicas 12: 15 se habla acerca de "los libros del profeta Semaías". No tenemos ninguno de esos escritos en nuestra Biblia actual. Pero 2 Timoteo 3: 16 y 2 Pedro 1: 20, 21, dicen que el Espíritu Santo ha inspirado "toda la Escritura" y que podemos confiar en que Dios procuró que incluyera todo lo que necesitamos para nuestra salvación.
Hay varios términos que se usan para describir los mensajes dados por los profetas: consejo (Isaías 44: 26), mensaje del Señor (Hageo 1: 13), profecías (2 Crónica 9: 29; 15: 8): testimonios (1 Reyes 2: 3; 2 Reyes 11: 12); y Palabra de Dios (1 Samuel 9: 27; 1 Rey. 12: 22). El Señor, a través de sus profetas, se acerca a los seres humanos buscando formas de explicarles su voluntad, para que aprendan a caminar con él.

  • Dios envió a Jesucristo

¿Ha escuchado usted hablar acerca de William (Bill) Lishman, de Canadá? En 1988 y luego en 1990, 1993, 1994 Y 1995, utilizó una avioneta ultraligera para guiar bandadas de gansos canadienses en su ruta migratoria. En su primer vuelo guió a dieciocho gansos a través de más de seiscientos kilómetros. En su vuelo de 1995, él y un fotógrafo guiaron a una bandada aún más grande de gansos a través de más de mil doscientos kilómetros, desde Ontario hasta Virginia. ¿Cómo pudieron realizar tal hazaña? En esencia, lo primero que tuvieron que aprender fue a pensar como un ave y luego "convertirse en ave" con su nave ultra ligera.
Ellos simplemente trataban de ayudar a preservar una bandada de gansos. ¡Cuánto más grandioso fue el hecho de que Cristo se convirtiera en un ser humano y viniera a este mundo a salvamos del pecado! ¿Cuál fue su motivación? El amor. y no solamente pensó como nosotros. ¡Literalmente se convirtió en uno de nosotros! "Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito de Padre), lleno de gracia y de verdad" (Juan 1: 14).
La gente que vivió en los tiempos de Cristo anhelaba el poder por encima de la pobreza, y la majestad en vez de la humildad. Sin embargo, la venida de Jesús manifestó el verdadero carácter de Dios el Padre. Jesús reveló en forma más completa a Dios, porque solamente él conocía al Padre (Mateo 11: 27). Le dijo a Felipe: "El que me ha visto a mí, ha visto al Padre" (Juan 14: 9). Juan 14: 8-12 nos enseña que aquellos que se han encontrado con Jesús han conocido la naturaleza del Padre, porque Jesús y el Padre son uno. Esta relación es mucho más íntima que la existente entre un maestro y un discípulo. Las palabras que Jesús habla son mucho más que las de un simple ser humano: son una revelación de las acciones de Dios mismo. Por lo tanto, cuando nos familiarizamos con Jesús, en realidad nos familiarizamos con Dios. Aunque Jesús no vino a este mundo como la gente lo esperaba, su vida y sus enseñanzas le mostraron a la humanidad la voluntad y el amor de Dios. William Lishman tuvo éxito en su misión cuando pensó y "vivió" como los gansos. Llegó a conocerlos "personalmente". La mejor manera de conocer el amor y la bondad de Jesús es conocerlo personalmente, pensar sus pensamientos y "vivir" como él vivió.
"Aunque se había humillado hasta asumir la humanidad, seguía siendo divino. Cristo solo podía representar al Padre ante la humanidad, y los discípulos habían tenido el privilegio de contemplar esta representación por más de tres años". [1]
¿Qué necesitamos aprender acerca de Jesús? Debemos conocerlo tan íntimamente como Lishman conoció a sus gansos. Esto significa que debemos experimentado como el Verbo de Dios (Juan 1: 1), el Creador del mundo (Juan 1: 3,10, 11), el Redentor del mundo (Apocalipsis 4: 11) y Dios hecho carne (Hebreos 2: 14). Por fortuna, podemos saber mucho más acerca de Dios de lo que los gansos aprendieron acerca de Lishman, quien voló con ellos. A diferencia de los gansos, que no amaban a Lishman, nosotros podemos amar a Dios y sentir su amor por nosotros.
Jesús reveló a Dios. "En todo lo que dice y hace, Dios está hablando a través de él. Si ellos (sus oyentes) no tienen la percepción espiritual para ‘leer’ la revelación en toda su conducta, si no pueden escuchar la voz de su mensaje, al menos deberían de ser capaces de reconocer y comprender las señales discernibles en sus poderosas obras. Eso dice que ‘el Padre está en mí y yo en el Padre’ (Juan 10: 38)". [2]
Kenneth Scout Latourette, historiador eclesiástico, dice: "Con el correr de los siglos se va acumulando la evidencia de que, de acuerdo con el efecto que ha causado en la historia, la vida de Jesús es la que ha sido de mayor influencia en este planeta. Y al parecer, esa influencia va en ascenso”. [3]

  • Dios nos habla hoy

Dios ha buscado a los hombres y a las mujeres a través del tiempo porque su amor paciente y abnegado nunca se ha dado por vencido. La búsqueda por parte de Dios difiere de los métodos empleados por los sobrevivientes de los huracanes Rita y Katrina. Estos utilizaron la Internet, la televisión, mensajes grabados y anuncios en los periódicos. Dios no depende de tales medios de comunicación. Por causa del pecado no podemos vedo cara a cara, de modo que nos busca constantemente a través del Espíritu Santo, a fin de que podamos hallar nuevamente la felicidad en su presencia.
¿En qué forma se revela Dios en la actualidad? Además de hacerla a través de Jesús y los profetas, Pablo señala en Hebreos 1:1, que les habló a los seres humanos "muchas veces y de muchas maneras". La Biblia presenta varios medios a través de las cuales Dios nos comunica su voluntad:
Dios se revela a través de la naturaleza. ¿Cuán a menudo ha mirado usted, asombrado, el esbelto cuello de una orquídea, o quedado inmóvil mientras contemplaba el llameante disco del sol hundiéndose en las aguas del océano, dejando atrás el cielo matizado de espléndidos colores? El Salmo 18 describe esta clase de comunicación divina: "Los cielos cuentan la gloria de Dios, y el firmamento anuncia la obra de sus manos" (Salmo 19:1) Y Job dijo: "y en efecto, pregunta ahora a las bestias, y ellas te enseñarán; a las aves de los cielos, y ellas te lo mostrarán; o habla a la tierra, y ella te enseñará; los peces del mar te lo declararán también" (Job 12: 7-8).
Dios se revela a través del Espíritu Santo, quien se pone en contacto con la conciencia de cada persona. Sin duda ha sentido a veces que el Espíritu Santo lo está impresionando, guiando o consolando. 1 Corintios 2: 10, dice: "Pero Dios nos la reveló a nosotros por el Espíritu". Y en Juan 14: 16-18, dijo Jesús: "y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre… No os dejaré huérfanos; vendré a vosotros".
Dios se revela a través de los padres y otras relaciones humanas. ¿No es encantador observar a una madre con su bebé? Mucho antes de que ese bebé pueda comprender el significado de sus palabras, puede sentir la fuerza del amor de su madre. Y cuando los padres oran con sus hijos, están ejerciendo una influencia poderosa sobre ellos. Dice Pablo en 2 Timoteo 1: 5: "Trayendo a la memoria la fe no fingida que hay en ti, la cual habitó primero en tu abuela Loyda, y en tu madre Eunice, y estoy seguro que en ti también".
Dios revela su voluntad a través de sus siervos. Se cuenta la historia de un ministro chino que fue encarcelado con muchos de sus feligreses en un sucio campo de concentración. Nadie quería limpiar las letrinas o llevar los deshechos al campo. Pero cuando vieron a su pastor haciendo aquel sucio trabajo pudieron comprender más plenamente el papel que jugó Jesús al humillarse a sí mismo. Filipenses 4: 9, declara lo siguiente: "Lo que aprendisteis y recibisteis y oísteis y visteis en mí, esto haced; y el Dios de paz estará con vosotros".
Dios se revela a través de su providencia. Casi cada cristiano puede recordar muchas experiencias providenciales en su andar con Jesús. Algunas veces tales circunstancias involucran grandes sufrimientos o incertidumbres; y de pronto, la persona sabe la respuesta a su problema o la decisión que debe tomar. Salmos 107: 6, 7, declara: "Entonces clamaron a Jehová en su angustia, y los libró de sus aflicciones. Los dirigió por camino derecho, para que viniesen a ciudad habitable".
Dios se revela a sí mismo a través de las Escrituras. ¿Ha tenido alguna vez la experiencia de un súbito" jajá!" al hallar la respuesta a un problema en la Escritura? Juan 5:39 declara lo siguiente: "Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí". Las Escrituras pueden guiamos en nuestra senda cristiana.

  • Cómo llegaron las Escrituras hasta nosotros

Muchas personas se preguntan cómo llegaron las Escrituras a constituirse como tales. Cuando a Dios ya no le fue posible comunicarse con el hombre cara a cara, Adán le contó la revelación del Señor a Set, y Set se la comunicó a su hijo. Durante muchos años, las revelaciones de Dios fueron pasadas de una generación a otra en forma oral. "Vino la palabra de Jehová a Abraham" (Génesis 15: 1). Aun cuando lo anterior fue suficiente durante varias generaciones, con el tiempo la raza humana necesitó más revelación divina. Moisés fue la primera persona que escribió las palabras que encontramos hoy en la Biblia. Por ejemplo, se registra que "Moisés escribió todas las palabras de Jehová" (Éxodo 24: 4, 34: 27; Levítico 26: 46). El Señor le dio instrucciones específicas: "Escribe esto para memoria en un libro, y di a Josué [ … ]". (Éxodo 17: 14). La Biblia dice que en otra ocasión:
"Moisés escribió sus salidas conforme a sus jornadas por mandato de Jehová" (Números 33: 2). Sus escritos se conocen como "el libro de la ley" (Deuteronomio 31: 26).
La tradición sugiere que, probablemente, fue Samuel quien comenzó a recopilar y organizar los escritos de Moisés. En las escuelas de los profetas, fundadas por él, los estudiantes copiaron porciones de las Escrituras para utilizarlas en la enseñanza del pueblo de Israel. Samuel también escribió varios libros, contribuyendo así para la colección de escritos sagrados (1 Samuel 10: 25).
Moisés escribió en el desierto, Jeremías en un calabozo, David en una colina o en un palacio, Pablo en la prisión, Lucas mientras viajaba y Juan mientras se encontraba preso en la isla de Patmos. La Biblia habla de la actividad profética de personas como Jeremías (Jeremias 36: 2), Daniel (Daniel 9: 2, 12: 4) y muchas más. Pedro se refiere a los escritos de Pablo como Escritura (2 Pedro 3: 16). El Espíritu Santo inspiró a quienes escribieron las Escrituras (2 Pedro 3: 16). La compilación de todos los escritos inspirados es lo que constituye el "canon" o "Biblia".
La palabra Biblia se deriva de la voz latina biblia que significa "pequeños libros". Y la palabra Biblia se origina en el término griego biblos, que se significa libros. Así, la expresión "Santa Biblia", significa libros santos. Esto es muy apropiado, porque la Biblia está constituida por treinta y nueve libros del Antiguo Testamento y veintisiete del Nuevo Testamento, haciendo un total de sesenta y seis libros.
Desde el primer libro hasta el último, el enfoque central de la Biblia es el amor de Dios que se extiende hacia sus criaturas llenas de pecado. "El tema del amor de Dios, particularmente como se ha visto en el sacrificio de Cristo en el Calvario, es la mayor verdad del universo, el foco de la Biblia. De modo que todas las verdades bíblicas deben estudiarse en torno a esta perspectiva". [4]
"Por medio de la Escrituras, el Espíritu Santo habla a la mente y graba la verdad en el corazón". [5] "Debemos darles a las Escrituras un valor más alto del que les hemos dado, porque en ellas se revela la voluntad de Dios para el hombre. No es suficiente asentir meramente a la verdad de la Palabra de Dios, sino que debemos escudriñar las Escrituras para aprender aquello que contienen. ¿Recibimos la Biblia como el oráculo de Dios? La Biblia es verdaderamente una comunicación divina, como si esas palabras las hubiésemos recibido en voz audible". [6]
"El Señor Jesús dijo de las Escrituras del Antiguo Testamento [ … ]. ‘j Son ellas las que dan testimonio en mi favor!’ [ … ]. Sí, la Biblia entera nos habla de Cristo. Desde el primer relato de la creación [ … ] hasta la última promesa: ‘ ¡Vengo pronto!’, leemos de sus obras y escuchamos su voz". [7]
Josh McDowell cita a Geisler y Nix cuando habla acerca del impacto de la Biblia sobre la civilización: "La influencia de la Biblia y sus enseñanzas en el mundo occidental son evidentes para todo aquel que estudia la historia. Y el papel tan influyente del Occidente en el curso de los acontecimientos mundiales resulta igualmente claro. La civilización ha sido influida más por las Escrituras judeo-cristianas, que por cualquier otro libro o serie de libros en el mundo. Ciertamente, ninguna gran obra moral o religiosa en el mundo sobrepasa la profundidad de la moralidad del principio del amor cristiano, y ninguna tiene un concepto más elevado que la perspectiva bíblica de Dios. La Biblia presenta los más altos ideales conocidos por el hombre, ideales que han moldeado a la civilización". [8]

  • Resumen

Podemos confiar en la Biblia como la revelación y la voluntad de Dios para nuestra vida. Cuando usted compra un nuevo automóvil, también recibe el manual del propietario, escrito por el fabricante del automóvil: En el manual se explica qué tipo de mantenimiento requiere el automóvil, cómo identificar y arreglar los problemas y el cuidado general que debe dársele. En su grande amor, Dios nos dio un manual, que es la Biblia. La intención de Dios era que los hombres y las mujeres tuvieran certeza con respecto al propósito de la vida y la verdad, y cómo obtener la salvación. Dios se ha revelado por medio de la naturaleza, la Biblia, Jesús, la providencia divina en nuestra vida, las relaciones humanas y la influencia del Espíritu Santo. La confianza en la revelación que Dios nos ha dado a través de las Escrituras puede fortalecer nuestra fe y llevamos a la obediencia a su voluntad.
Creemos que la Biblia es la expresión de la voluntad de Dios para nuestra vida porque revela el carácter de la deidad que se acerca a los seres humanos para darles la salvación. Dios, en su maravilloso amor, nos busca a través de cualquier método disponible, porque "es paciente con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento" (2 Pedro 3:9). Siendo que creemos en todo lo anterior, escribimos este libro para ayudarle a usted a aumentar su amor por las Sagradas Escrituras y a crecer en su andar personal con Jesús, quien es el autor de este maravilloso "manual del usuario" que es la Biblia.


Referencias y Notas

  1. El Deseado de todas las gentes, p. 619.
  2. The Interpreter’s Bible [La Biblia del intérprete] (Nashville, Tenn.: Abingdon Press, 1956), t. 8, pp. 634, 635.
  3. Josh McDowell, Más que un Carpintero (Wheaton, Ill.: Tyndale House Publishers: Inv., 1977), p. 8.
  4. Asociación Ministerial de la Asociación General de los Adventistas del Séptimo Día, Creencias de los adventistas del séptimo día (Asociación Publicadora Interamericana: 1988), p.ll.
  5. El Deseado de todas las gentes, p 625.
  6. Testimonies, t. 6, p. 533.
  7. El camino a Cristo, pp. 129-130.
Josh McDowell, Evidencia que exige un nuevo veredicto (Miami: Editorial Vida, st).

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