Moisés, símbolo de Cristo

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Moisés y Jesús, tipo y antitipo

Profeta de en medio de ti, de tus hermanos, como yo, te levantará Jehová tu Dios; a él oiréis(Dt. 18:15).  Sabemos que cuando Moisés escribió esto, estaba mirando al Mesías prometido,  pero lo más importante de todo, fue que dijo que el Mesías exhibiría ciertos rasgos o características de él mismo.

  Esta declaración me motivó a estudiar más a fondo la persona de Moisés, recordando también que Pedro citó la profecía cuando estaba predicando en el templo durante los días que siguieron a Pentecostés: Porque Moisés dijo a los padres: El Señor vuestro Dios os levantará profeta de entre vuestros hermanos, como a mí; a él oiréis en todas las cosas que os hable” (Hch. 3:22).

Después de estudiar la vida y ministerio de Moisés descubrí que ofrece una fascinante semblanza profética del Mesías.  Pedro estaba en lo correcto, no había tendencia a fantasear, Moisés con humildad podía decir que el Mesías exhibiría ciertas características demostradas en su propia vida.

Se han encontrado muchos paralelos entre la vida de Moisés y la de Jesús.  Ambos cumplieron el papel de profeta, sacerdote, legislador, maestro y líder de los hombres.  Ambos confirmaron sus enseñanzas con milagros.  Ambos pasaron los primeros años de vida en Egipto, protegidos milagrosamente de esos que buscaban quitarles la vida.

  1. Moisés nació en el tiempo en que se le daba muerte a los niños varones judíos: “Y habló el rey de Egipto a las parteras de las hebreas, una de las cuales se llamaba Sifra, y otra Fúa, y les dijo: Cuando asistáis a las hebreas en sus partos, y veáis el sexo, si es hijo, matadlo; y si es hija, entonces viva” (Ex. 1:15, 16).

  2.    De la misma manera, en los días del nacimiento de Jesús, Herodes el Grande ordenó asesinar a todos los niños varones de Belén en un intento por darle muerte al Rey venidero: “Herodes entonces, cuando se vio burlado por los magos, se enojó mucho, y mandó matar a todos los niños menores de dos años que había en Belén y en todos sus alrededores, conforme al tiempo que había inquirido de los magos” (Mt. 2:16).

3-Moisés nació en Egipto y regresó a Egipto para librar a su pueblo.

4-De la misma manera, Jesús fue llevado a Egipto cuando recién había nacido, para que se cumpliera así esta Escritura: Cuando Israel era muchacho, yo lo amé, y de Egipto llamé a mi hijo”(Os. 11:1).  Oseas estaba refiriéndose al Éxodo dirigido por Moisés.

Mateo le dio un significado profético al pasaje de Oseas, relacionándolo específicamente a Cristo: Después que partieron ellos, he aquí un ángel del Señor apareció en sueños a José y dijo: Levántate y toma al niño y a su madre, y huye a Egipto, y permanece allá hasta que yo te diga; porque acontecerá que Herodes buscará al niño para matarlo.  Y él, despertando, tomó de noche al niño y a su madre, y se fue a Egipto, y estuvo allá hasta la muerte de Herodes; para que se cumpliese lo que dijo el Señor por medio del profeta, cuando dijo: De Egipto llamé a mi Hijo” (Mt. 2:13-15).


5-La familia de Moisés en un principio no aceptaba su papel, pero más tarde su hermano Aarón y su hermana María le ayudaron.

6- La madre y los hermanos de Jesús, inicialmente no le siguieron, pero más tarde su hermano Santiago se convirtió en líder de la iglesia en Jerusalén.

7-Ambos tuvieron que enfrentarse a los poderes demoníacos y los vencieron con éxito.

8-Moisés contó con setenta varones israelitas para que le ayudarán a gobernar a Israel: “Entonces Jehová dijo a Moisés: Reúneme setenta varones de los ancianos de Israel, que tú sabes que son ancianos del pueblo y sus principales; y tráelos a la puerta del tabernáculo de reunión, y esperen allí contigo.  Y yo descenderé y hablaré allí contigo, y tomaré del espíritu que está en ti, y pondré en ellos; y llevarán contigo la carga del pueblo, y no la llevarás tú solo”(Nm. 11:16, 17).

9- El Señor Jesucristo ungió a setenta discípulos para que le enseñasen a la nación: Después de estas cosas, designó el Señor también a otros setenta, a quienes envió de dos en dos delante de él a toda ciudad y lugar adonde él había de ir”(Lc. 10:1).

10-Moisés envió doce espías para explorar Canaán: “Y vinisteis a mi todos vosotros, y dijisteis: Enviemos varones delante de nosotros que nos reconozcan la tierra, y a su regreso nos traigan razón del camino por donde hemos de subir, y de las ciudades adonde hemos de llegar.  Y el dicho me pareció bien; y tomé doce varones de entre vosotros, un varón por cada tribu (Dt. 1:22, 23).

11-El Señor Jesucristo escogió doce discípulos para predicarle al mundo: “Y estableció a doce, para que estuviesen con él, y para enviarlos a predicar(Mr. 3:14).

12-Moisés ayunó por cuarenta días y tuvo que hacerle frente a una gran crisis espiritual: “Y él estuvo allí con Jehová cuarenta días y cuarenta noches; no comió pan, ni bebió agua…”(Ex. 34:28a).

13-También el Señor Jesucristo ayunó cuarenta días y después de esto fue tentado por el diablo: “Y después de haber ayunado cuarenta días y cuarenta noches, tuvo hambre.  Y vino a él el tentador, y le dijo: Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en pan”(Mt. 4:2, 3).

14-Moisés dividió las aguas del mar Rojo: “Y extendió Moisés su mano sobre el mar, e hizo Jehová que el mar se retirase por recio viento oriental toda aquella noche; y volvió el mar en seco, y las aguas quedaron divididas”(Ex. 14:21).

15-El Señor Jesucristo calmó la tempestad en el mar de Galilea: “Y he aquí que se levantó en el mar una tempestad tan grande que las olas cubrían la barca… Entonces, levantándose, reprendió a los vientos y al mar; y se hizo grande bonanza”(Mt. 8:24, 26).

16-El rostro de Moisés resplandeció con la gloria del cielo después de descender del monte Sinaí: “Y aconteció que descendiendo Moisés del monte Sinaí con las dos tablas del testimonio en su mano, al descender del monte, no sabía Moisés que la piel de su rostro resplandecía, después que hubo hablado con Dios”(Ex. 34:29).

17-El Señor Jesucristo también resplandeció con la gloria de Dios en el monte de la Transfiguración: “Y se transfiguró delante de ellos, y resplandeció su rostro como el sol, y sus vestidos se hicieron blancos como la luz”(Mt. 17:2).

18-Moisés levantó una serpiente de bronce en el desierto y Jesús fue levantado en la cruz: “Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así es necesario que el Hijo del Hombre sea levantado, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna”(Jn. 3:14, 15).

19-Tanto Moisés como Jesús rechazaron la posibilidad de convertirse en gobernantes.  Moisés fue criado como un hijo en la familia real, y pudo vivir una vida de lujo y esplendor, pero escogió ayudar a su pueblo Israel: “Por la fe Moisés, hecho ya grande, rehusó llamarse hijo de la hija de Faraón, escogiendo antes ser maltratado con el pueblo de Dios, que gozar de los deleites temporales del pecado” (He. 11:24, 25).

20-Satanás le ofreció al Señor Jesucristo los reinos de este mundo: “Otra vez le llevó el diablo a un monte muy alto, y le mostró todos los reinos del mundo y la gloria de ellos, y le dijo: Todo esto te daré, si postrado me adorares”(Mt. 4:8, 9).  Sin embargo, Jesús rechazó la oferta y decidió sufrir y morir por el bien de su pueblo Israel y la raza humana.

21-Ambos crecieron en sabiduría: “Y fue enseñado Moisés en toda la sabiduría de los egipcios; y era poderoso en sus palabras y obras”(Hch. 7:22).

22-Mientras que dice la Escritura del Señor Jesucristo: “Y Jesús crecía en sabiduría y en estatura, y en gracia para con Dios y los hombres”(Lc. 2:52).

23-Moisés vino para liberar a su pueblo: “Pero él pensaba que sus hermanos comprendían que Dios les daría libertad por mano suya; mas ellos no lo habían entendido así” (Hch. 7:25).

24-El Señor Jesucristo dijo de sí mismo: “El Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; a pregonar libertad a los cautivos, y vista a los ciegos; a poner en libertad a los oprimidos”(Lc. 4:18).

25-Tanto Moisés como Jesús fueron enviados para liberar a Israel.  Moisés fue enviado desde el monte Sinaí en Madián, Arabia, para sacar a Israel desde Egipto y para conducirlos a la tierra prometida.

26-Jesús, el “nuevo Moisés”, fue enviado desde el cielo para llevar al “Israel espiritual” al monte celestial de Sion, a la tierra prometida.

27-Tanto Moisés como Jesús hablaban directamente con el Padre: “Y hablaba Jehová a Moisés cara a cara, como habla cualquiera a su compañero…”(Ex. 33:11a).

28-“Y Jesús, después que fue bautizado, subió luego del agua; y he aquí los cielos le fueron abiertos, y vio al Espíritu de Dios que descendía como paloma, y venía sobre él.  Y hubo una voz de los cielos, que decía: Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia”(Mt. 3:16, 17).

29-Ambos realizaron milagros, que tanto seguidores como los incrédulos pudieron observarlos.

30-Ambos controlaron químicamente el agua.  Moisés la convirtió en sangre: “Y Moisés y Aarón hicieron como Jehová lo mandó; y alzando la vara golpeó las aguas que había en el río, en presencia de Faraón y de sus siervos; y todas las aguas que había en el río se convirtieron en sangre” (Ex. 7:20).

31-Y el Señor Jesucristo en vino: “Jesús les dijo: Llenad estas tinajas de agua.  Y las llenaron hasta arriba.  Entonces les dijo: Sacad ahora, y llevadlo al maestresala.  Y se lo llevaron.  Cuando el maestresala probó el agua hecha vino, sin saber él de dónde era, aunque lo sabían los sirvientes que habían sacado el agua, llamó al esposo, y le dijo: Todo hombre sirve primero el buen vino, y cuando ya han bebido mucho, entonces el inferior; mas tú has reservado el buen vino hasta ahora” (Jn. 2:7-10).

32-También ambos controlaron el agua físicamente: Moisés dividió las aguas del mar Rojo: “Y extendió Moisés su mano sobre el mar, e hizo Jehová que el mar se retirase por recio viento oriental toda aquella noche; y volvió el mar en seco, y las aguas quedaron divididas”(Ex. 14:21).

33-El Señor Jesucristo caminó sobre las aguas: “Y los discípulos, viéndole andar sobre el mar, se turbaron, diciendo: ¡Un fantasma!  Y dieron voces de miedo” (Mt. 14:26).

35-Ambos murieron en un monte: “Subió Moisés de los campos de Moab al monte Nebo… Y murió allí Moisés siervo de Jehová, en la tierra de Moab, conforme al dicho de Jehová” (Dt. 34:1a, 5).

36-Jesús, “…cargando su cruz, salió al lugar llamado (monte) de la Calavera, y en hebreo, Gólgota; y allí le crucificaron, y con él a otros dos, uno a cada lado, y Jesús en medio” (Jn. 19:17, 18).

37- Moisés alimentó a los israelitas con maná: “Nuestros padres comieron el maná en el desierto, como está escrito: Pan del cielo les dio a comer”(Jn. 6:31).

38-Jesús alimentó a miles de personas con dos peces y cinco panes: “Entonces Jesús dijo: Haced recostar la gente.  Y había mucha hierba en aquel lugar; y se recostaron como en número de cinco mil varones.  Y tomó Jesús aquellos panes, y habiendo dado gracias, los repartió entre los discípulos, y los discípulos entre los que estaban recostados; asimismo de los peces, cuanto querían.  Y cuando se hubieron saciado, dijo a sus discípulos: Recoged los pedazos que sobraron, para que no se pierda nada.  Recogieron, pues, y llenaron doce cestas de pedazos, que de los cinco panes de cebada sobraron a los que habían comido” (Jn. 6:10-13).

39-Ambos fueron jueces: “Aconteció que al día siguiente se sentó Moisés a juzgar al pueblo; y el pueblo estuvo delante de Moisés desde la mañana hasta la tarde” (Ex. 18:13).

40-El Señor Jesucristo dijo de sí mismo: “Porque el Padre a nadie juzga, sino que todo el juicio dio al Hijo… Y también le dio autoridad de hacer juicio, por cuanto es el Hijo del Hombre” (Jn. 5:22, 27).

41-Ambos tuvieron que ver con la ley: “Entonces vino Moisés, y llamó a los ancianos del pueblo, y expuso en presencia de ellos todas estas palabras que Jehová le había mandado” (Ex. 19:7).

42-Y dijo el Señor Jesucristo al respecto: “No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas; no he venido para abrogar, sino para cumplir” (Mt. 5:17).

•   El pueblo fue rebelde e ingrato en contra del liderazgo de ambos hombres.  La generación que se rebeló contra Moisés murió en el desierto por su falta de fe, y la del tiempo del Señor Jesucristo murió durante el asedio de Jerusalén ocurrido en el año 70 de la era cristiana.

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