Los dos testigos de Apocalipsis 11

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LOS DOS TESTIGOS DE APOCALIPSIS 11

Pr. Stephen Bohr

Traducido por Ramón Romero

Si tienen sus Biblias a mano, vayamos al Libro de Apocalipsis, capítulo 11, en donde encontraremos el tema de los Dos Testigos. Nuevamente quiero recordarles que estamos estudiando el Libro de Apocalipsis, lo que significa, como ustedes recordarán, que este libro fue dado a nosotros a través de signos, símbolos, etc. Es un Libro altamente simbólico, y recordaremos, mientras hablamos de los 144.000, el significado simbólico que encierra. Así que mientras hablamos de los Dos Testigos, el simbolismo debe ser entendido.
Escuchen lo que dice en Apocalipsis 11: 1: Me fue dada una caña semejante a una vara de medir, y se me dijo: «Levántate, mide el Santuario de Dios, el altar y a los que adoran en él.

Ahora, inmediatamente vemos que esto no se puede referir al Templo literal, porque recuerden que la caña fue dada a él, a Juan; y a Juan se le ordenó que midiera el templo. Recuerden que cuando Apocalipsis fue escrito alrededor del 95-100 d. C., el templo de Jerusalén ya había sido destruido. Así que algo es seguro: cuando Juan tomó la caña y midió el templo no se refería al templo literal, pues este había sido destruido en el año 70 d. C. Pero dice que este templo está vinculado con «los que adoran en él,» y nuevamente, entendemos que la Iglesia, indudablemente, es el templo viviente del Dios Vivo. Ahora el segundo pasaje declara: Pero deja sin medir el patio exterior del Santuario, porque es dado a los gentiles, que pisotearán la ciudad santa durante cuarenta y dos meses.
Note que dice: «que pisotearán la ciudad santa durante cuarenta y dos meses». Es imperativo que entendamos cual Santa Ciudad es, porque nos ayudará a colocar estos cuarenta y dos meses en términos singulares que hemos estado estudiando en temas pasados.
Ahora dice: «la Santa Ciudad».

Amigos, hemos permitido que la Biblia se interprete a sí misma, y debemos dejar a Juan especifique lo que él cree es la Santa Ciudad. ¿Qué es la Santa Ciudad? ¿Será la Jerusalén terrenal? No; de hecho, si vemos Apocalipsis 21: 2, dice: Y yo, Juan, vi la santa ciudad…
Aquí se usan las mismas palabras usadas en el capítulo 11, «la Santa Ciudad».
«Y yo, Juan, vi la santa ciudad, la Nueva Jerusalén, que descendía del cielo, de Dios, engalanada como una novia para su esposo.»
(Apocalipsis 21: 2).

Sabemos que cuando Juan se refiere a la ciudad literal de Jerusalén, no la llama la Santa Ciudad. De hecho, la ciudad de Jerusalén de ese tiempo ya no era llamada «la Santa Ciudad». Lo expresa Pablo de la siguiente manera en Gálatas 4: 25:…la Jerusalén actual, que junto con sus hijos está en esclavitud.

Amigos, Jerusalén rechazó a Cristo. Jesús proclamó: He Aquí que vuestra casa es dejada desierta (Mateo 23: 38).

Por tanto, os digo, que el reino de Dios será quitado de vosotros, y será dado a gente que rinda su fruto. (Mateo 21: 43); y sabemos que la Jerusalén literal no sería aquella Santa Ciudad a la que él se refirió. En vez de eso, encontramos que la Santa Ciudad es un Símbolo de la Nueva Jerusalén, quien también es llamada, La Esposa de Jesucristo (Apocalipsis 21: 2)

 Esto requiere explicación, porque, como verán, está la ciudad literal que Cristo ha ido a preparar-la Jerusalén Celestial. Pero también está la Iglesia Literal de Cristo, la cual es expuesta en términos de «Sión», La Ciudad de Sión (Joel 2: 32).

Así como Babilonia es una ciudad, pero no literal, más bien una ciudad espiritual, la mujer, BABILONIA LA GRANDE, LA MADRE DE LAS RAMERAS, representa una Iglesia; una Iglesia apóstata universal, la cual engaña a las naciones de la tierra. Y así como Babilonia es un símbolo de la Iglesia apóstata, Jerusalén viene a ser el símbolo de la Iglesia de Cristo. No nos referimos a la Jerusalén literal, ni tampoco a la Babilonia literal. Nos referimos a la Babilonia simbólica, la Iglesia apóstata; y la Jerusalén Espiritual, la Santa Iglesia Espiritual de Jesucristo.
Aquí nos habla que la Santa Ciudad, Jerusalén, quien es la novia de Cristo, al fin de los mil años se unirá a la ciudad literal. Esto es, por cierto, porque, al final de los mil años cuando la Nueva Jerusalén Literal es descrita como engalanada, como una novia para su esposo, porque ahora la Nueva Jerusalén Literal, y la Jerusalén Espiritual, la Iglesia de Dios, son unidas en una, pero es claro que la Santa Ciudad, o Jerusalén, el símbolo de la Iglesia de Dios, será «pisoteada durante cuarenta y dos meses. » (Apocalipsis 11:2).
Ya hemos comprendido esto. De hecho, en el capítulo 12 encontramos este mismo versículo explicado. Vemos aquí una mujer quien es la contraparte, por supuesto, lo opuesto a la mujer de Apocalipsis 17, la cual es llamada: BABILONIA LA GRANDE. Si esta mujer es BABILONIA LA GRANDE, entonces, obviamente, la mujer de Apocalipsis 12 es Jerusalén. Y aún encontramos a esta mujer volar al desierto por 1260 días. El mismo período dado en Apocalipsis 11:2 como «42 meses».
Recordemos, que no es una ciudad literal. No es una mujer literal y debemos entender que no es un tiempo literal. Cuando la mujer huye al desierto con dos alas, por tiempo, tiempos y medio tiempo, o 1260 días (Apocalipsis 12: 6), sabemos que ella no recibe alas literales. Ella no es una mujer literal; por lo tanto, el tiempo expresado no es literal. Al contrario, descubrimos que se refiere a la persecución de la Edad Media, del 538 al 1798, cuando la Iglesia de Dios fue perseguida.

Hemos escuchado términos como «Inquisición», etc. Conocemos este período como la «Edad Oscura», y sin duda, la Iglesia de Dios, la Santa Ciudad de Dios, Su Jerusalén Espiritual que está aquí en la tierra fue hollada por cuarenta y dos meses simbólicos.

El versículo 3, dice que: Y daré poder a mis dos testigos, que profetizarán vestidos de saco durante 1260 días.

Durante el mismo período en que la de Dios estaba siendo perseguida, mientras la bestia reinaba en las ciudades de las naciones, la Iglesia de Dios voló de las ciudades y se dirige a las áreas de la tierra. Y durante este tiempo, durante el mismo tiempo, de 538-1798, que los «Dos Testigos de Dios estarían «profetizando 1260 días, vestidos de sacos de silicio».
¿Qué significa la expresión «vestidos de sacos de silicio»? Obviamente entenderemos que cuando en el Antiguo Testamento las personas lloraban y endechaban, ellas se vestían de silicio. Ponían cenizas sobre sus cabezas. Fue el tiempo del lloro, tiempo de pesar y angustia. Era el tiempo de la muerte. Y así estos dos testigos están asociados con esta mujer, con esta Santa Ciudad. Y mientras su Santa Ciudad, su Iglesia, mientras la mujer de Cristo, su esposa estaba siendo perseguida por 1260 años, los dos testigos estaban profetizando, pero en manera distinta. Están profetizando cubiertos con «sacos de silicio».

Ahora escuchen lo que dice el versículo 4, en cuanto a quiénes son estos testigos. Nuevamente confirmaremos que no hemos de tomar esta declaración literalmente. Escuchen lo que dice Apocalipsis 11: 4: Estos son los dos olivos, y los dos candelabros que están ante el Dios de la tierra.

Ahí está, amigos. Querían saber quiénes son estos testigos, y ahí está su respuesta. Son las dos olivas, y los dos candelabros. Obviamente no podemos tomar este pasaje literalmente.

Si seguimos insistiendo que la Santa Ciudad es la Jerusalén literal, la cual, a propósito, fue destruida en el año 70 d. C. ¿cómo estos 1260 años se referirán a cualquier humillación literal de la ciudad en la tierra, durante la Edad Media o hasta el fin de los tiempos? Sabemos que la santa ciudad ya fue destruida en el año 70 d. C. por Tito. Seguramente Juan no se refería a la Jerusalén literal. Estaba en esclavitud con sus hijos. Ya no era considerada la Santa Ciudad. Ahora la Santa Ciudad es la Iglesia de Dios, la Jerusalén Celestial de Dios, la cual algún día será reunida con Su Jerusalén Espiritual, que es su Iglesia; y entendemos en el contexto, que debe ser simbólico, porque el texto continúa diciendo que los dos testigos »Son las dos olivas».
Ahora, si decimos que la Jerusalén literal, si decimos que son cuarenta y dos meses literales, o 1260 días literales, entonces tendríamos que decir que estos dos testigos son árboles de olivo literales y candelabros literales.
Debemos ser consistentes en la interpretación profética. No podemos simplemente tomar un versículo y hacerlo literal, y luego tomar el que sigue y hacerlo simbólico. Dentro de su contexto es claro ver que estamos tratando con pasajes simbólicos. Dice que los dos testigos son los dos olivos y los dos candelabros. Y dice el versículo 5: Si alguno trata de dañarlos, fuego sale de la boca de ellos…

¿Alguna vez han visto un olivo que escupa fuego? ¿O tal vez un candelabro con las mismas características? ¿Tienen estos dos testigos tan mal aliento que su hedor consume a sus enemigos? No, amigos. Obviamente el pasaje es altamente simbólico.

Ahora, ¿qué simbolizan estos dos testigos? Mientras observamos el libro de Zacarías, descubrimos la clave. Vayamos a Zacarías 4. Para que veamos, Zacarías también había escrito acerca de los dos olivos, y aquí mismo en Zacarías 4: 2-3 dice: Me preguntó: «¿Qué ves?» Respondí: «Veo un candelabro todo de oro, con un depósito de aceite, siete lámparas encima y siete tubos para las lámparas que están encima de él. Y junto a él dos olivos, uno a la derecha del depósito, y otro a la izquierda.
Noten que Zacarías ve una visión similar a la que tuvo Juan en Apocalipsis 11. Él ve un candelabro y dos olivos, y esto es interesante, porque en Apocalipsis, Juan ve dos candelabros y dos olivos. En Zacarías, es un candelabro y dos olivos, y en Juan son dos de cada uno. ¿Por qué este caso? Esto se esclarece mientras estudiamos. Comprendemos que en la Biblia el candelabro es símbolo de Iglesia. Dice Apocalipsis 1:20 ú.p.: …los siete candelabros son las siete iglesias.

Pues bien, en la Biblia un candelabro representa la Iglesia de Dios y sin duda, cuando Zacarías estuvo escribiendo su libro, había una Iglesia, la Iglesia del Antiguo Testamento. Pero cuando Juan escribió su visión, él vio la Iglesia del Antiguo Testamento y del Nuevo Testamento, y por eso, en el libro de Zacarías, hay un candelabro, cuando en el libro de Apocalipsis hay dos candelabros.
Pero ahora nuestra pregunta es: ¿Qué son los dos olivos? Obviamente los olivos están asociados con los candelabros. Están lado a lado ¿Por cuál razón? Lo vemos mientras continuamos. Escuchemos lo que dice Zacarías 4: 11 y 12: Hablé más, y le pregunté: ¿Qué significan esos dos olivos a la derecha y a la izquierda del candelabro? También le pregunté: «¿Qué significan esas dos ramas de olivo junto a los dos tubos de oro que vierten el dorado aceite?»

Notemos primeramente que el ángel dice: «¿Qué significan…? ¿Qué son estas ramas de olivo? En el versículo 12 nuevamente pregunta: ¿Qué son? Noten que no dice «¿Quiénes son?», sino «¿Qué son?» Vemos que Zacarías comprendía que estos eran símbolos, no personas, sino cosas. Ahora «¿Qué significan esas dos ramas de olivo? Continúa en decir en el versículo 13 y 14, cuando el ángel responde: Respondió: «¿No sabes qué es esto?» Y dije: «Señor mío, no.
«Y él dijo: «Estos son los dos ungidos que están ante el Señor de toda la tierra».

Mientras observamos este pasaje, es interesante ir más adelante y mirar detenidamente a lo que se implica, incluso en el Hebreo actual. Y si tienen la versión bíblica King James con márgenes, esto será de mucha ayuda. Dice en el versículo 12: Qué significan esas dos ramas de olivo junto a los dos tubos de oro que vierten el dorado aceite?

Noten que estas dos ramas de olivo están vertiendo aceite fuera de sí y las echan dentro del candelabro. El candelabro necesita aceite. Los candelabros tenían lámparas sobre ellos pero el aceite tenía que estar en las lámparas. Y de acuerdo a este versículo, el aceite sale de las ramas de olivo. Dice en la traducción de la King James, «empty the golden oil out of themselves.» Es decir, «vaciando el aceite dorado de sí mismos».

Ahora amigos, aquellos que han mantenido que los dos testigos son Moisés y Elías tienen un problema real al entender y explicar este pasaje. Yo les pregunto: ¿Viene el Espíritu Santo de Moisés o Elías? Por supuesto que no. El Espíritu Santo, no sale de Moisés o Elías para nada. Sigue diciendo el versículo 14: Y él dijo: «Estos son los dos ungidos…»
Nuevamente, si tienen a mano la versión King James notarán que la palabra «ungidos» proviene del literal hebreo de «hijos del aceite». Estos son los »hijos del Aceite», «que están ante el Señor de toda la tierra. » Así que antes que todo, estos dos testigos sacan el aceite de ellos mismos. El aceite es un símbolo del Espíritu Santo. El Espíritu Santo vendrá a través del ministerio de estos dos testigos. Estos dos testigos son responsables de dar a la Iglesia, el candelabro, el aceite del Espíritu de Dios. Concepto poderoso, ¿verdad?

1 Samuel 16: 13: Y Samuel tomó el cuerno de aceite, y lo ungió de entre sus hermanos. Y desde aquel día, el Espíritu de Jehová vino con poder sobre David.

Además, dice que estos dos olivos son los Hijos del Aceite o Hijos del Espíritu Santo. Ellos son «Los Ungidos» que en el original hebreo es «Hijos del Aceite».

Ahora, ¿Quiénes podrían ser considerados como Hijos del Espíritu Santo? Sabemos que sólo hay uno, Jesucristo, quien sin duda fue nacido del Espíritu Santo, concebido por el Espíritu (Mateo 1: 18). Y aún, siendo Jesús el Verbo viviente, nacido del Espíritu Santo, existe algo. De hecho, hay dos cosas que podemos verdaderamente entender para ser Hijos del Espíritu Santo, porque fueron producidas por la inspiración del Espíritu Santo, y ellos sin duda son responsables de proveer a la Iglesia de Dios el Aceite dorado. No sólo son productos del Espíritu Santo, sino que a través de ellos el Espíritu Santo es dado a su pueblo.
¿De qué estoy hablando? Amigos, aquí está la respuesta. ¿Quiénes son los dos testigos? ¿Quiénes son los dos olivos? Leamos Zacarías 4: 5: El ángel que hablaba conmigo respondió: «¿No sabes qué es esto?»…
Zacarías había acabado de ver los dos olivos y él pregunta en el versículo 4 «¿Qué es esto. Señor mío?» Él pregunta al ángel: «¿Qué son los dos olivos?» Aquí está la respuesta. Versículo 6: Entonces respondió: «Esta es la Palabra del Señor a Zorobabel, que dice: ‘No con ejército, ni con fuerza, sino con mi Espíritu’ -dice el Eterno Todopoderoso.»
Amigos, aquí está la respuesta. Cuando Zacarías preguntó qué eran estos olivos, la respuesta que tuvo fue «Esta es la Palabra del Señor…» La Palabra del Señor son los dos olivos, y la Palabra de Dios vino a nosotros, «No con ejército, ni con fuerza, sino con mí Espíritu» (Zacarías 4: 4-6).
Amigos Escuchas, La Palabra de Dios, El Antiguo y el Nuevo Testamento es el producto del Espíritu Santo. La Biblia dice en 2 Timoteo 3: 16: Toda Escritura es inspirada por Dios…

Así que el Antiguo como el Nuevo Testamento son sin duda, los «Hijos del Aceite».

Pedro dice, en 2 Pedro 1: 21: Porque ninguna profecía vino jamás por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron inspirados por el Espíritu Santo.
Y así como Jesús, El Verbo viviente fue concebido por el Espíritu Santo a través de una mujer humana (Mateo 1: 18,; así el Antiguo y el Nuevo Testamentos, la Palabra de Dios, fue concebido por el Espíritu Santo a través de instrumentos humanos. Este Libro (Biblia) es un producto del Espíritu Santo. El Antiguo y el Nuevo Testamento -¿Qué es esto? Estos son los olivos. Los Hijos del Aceite; y amigos, es a través de la Palabra de Dios por la cual recibimos el Espíritu Santo. Dijo en Juan 6: 63:ú.p…Las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida. «

El Espíritu Santo no viene de Moisés o de Elías. Moisés y Elías no fueron concebidos o engendrados del Espíritu Santo. Sin duda que No. La Biblia dice que es a través del Espíritu Santo que la Palabra de Dios es producida y, además, es a través de la Palabra de Dios que recibimos el Espíritu Santo.
Lámpara es para mis pies tu Palabra, y lumbrera a mi camino. (Salmos 119:105).

Así, al considerar los candelabros y los olivos, lo demás viene por añadidura. Zacarías vio el candelabro con siete lámparas, y ahí estaban dos ramas de olivo vertiendo aceite en las lámparas. La lámpara es un símbolo de la Palabra de Dios, así como la Iglesia sostiene en alto la Palabra de Dios, como lo vimos en el pasaje anterior.
Es la Palabra de Dios que la lámpara del candelabro sostiene, y es el olivo, las Escrituras, la que produce aceite para las lámparas. El Espíritu Santo viene a través de la Palabra de Dios, y la Palabra de Dios es, sin duda, un producto del Espíritu Santo.
Ahora regresemos a Apocalipsis 11 y veremos cómo todo esto encaja con la profecía de la cual Apocalipsis habla. Apocalipsis 11: 3 lo esclarece. Dice: Y daré poder a mis dos Testigos que profetizarán vestidos de saco durante 1260 días.

Recordemos, que mientras la Iglesia fue perseguida por 1260 años, la bestia estaba cubriendo/escondiendo la Palabra de Dios. La Biblia, durante este tiempo, estaba en un idioma desconocido, el Latín. La mayoría de la gente común no podía hablar esa lengua y las Biblias de ese tiempo eran, sin duda, apartadas de las personas comunes. Era un crimen leer o traducir la Biblia. Y cuando los reformadores, tales como Wycliffe, Lutero y Calvino empezaron a traducir la Palabra de Dios, eran apresados, y algunos de ellos eran quemados en la hoguera, decapitados; sus libros eran confiscados y sus traducciones eran destruidas. Sí, amigos, los dos testigos, la Palabra de Dios estaba «vestida de saco » durante ese período de 1260 años.
Sigue diciendo la Biblia Apocalipsis 11: 5: Si alguno trata de dañarlos, fuego sale de la boca de ellos…
Y, por supuesto, esto es lo que la Biblia dice acerca de la Palabra de Dios. De hecho, en Jeremías 5: 14 dice: Por eso, dice Jehová, el Dios Todopoderoso: «Porque hablaron esa palabra, yo pongo en tu boca mis Palabras por fuego, y a este pueblo por leña, y los consumirá.

Y así la Palabra de Dios es fuego, y consume, convence y convierte. Ahora, ¿Por qué dice la Biblia que había dos olivos aún en el Antiguo Testamento? Usted dirá: «Pero usted acabó de decir que los dos olivos son el Antiguo y el Nuevo Testamentos». Lógicamente razonará, «No había Nuevo Testamento en el Antiguo Testamento. Entonces ¿Por qué Zacarías ve dos olivos aunque sólo ve un candelabro?» Aquí está la respuesta:…toma aún contigo a uno o dos, para que en boca de dos o tres testigos conste toda palabra. (Mateo 18: 16).
Dios nunca se ha privado de dos o tres testigos. Y si estudiamos las Escrituras encontraremos que sin duda, había dos testigos. Los dos testigos eran la Ley y los Profetas.

A través de las Escrituras encontraremos este término repetirse una y otra vez. Jesús dijo: No penséis que he venido para abolir la Ley o los Profetas. No he venido a invalidar, sino a cumplir. (Mt. 5: 17). En Hechos 24: 14, Pablo menciona a la Ley y los Profetas. En Lucas 24: 44, Jesús habla de la Ley y los Profetas
A través de las Escrituras la Ley y los Profetas van juntos, y estos fueron los testigos de la Iglesia del Antiguo Testamento.

El candelabro tenía dos olivos -La Ley y los Profetas. Y ambos fueron dados bajo la inspiración del Espíritu Santo, siendo así, «Hijos del Aceite». Pero además, fue a través de la Ley y los Profetas que Israel recibió la dirección del Santo Espíritu de Dios.
Ahora nosotros en el Nuevo Testamento entendemos que hay dos candelabros. La Iglesia del Antiguo Testamento, la Iglesia del Desierto, como la llama Esteban, y por supuesto, la Iglesia del Nuevo Testamento. Así son dos candelabros y dos olivos, porque los dos olivos que tenemos son el Antiguo Testamento, comprendido en (l) La Ley y (2) Los Profetas; y el Nuevo Testamento en (1) E1 Evangelio y (2), Las Epístolas. Y así tenemos, en el Nuevo Testamento otro testigo, y la Biblia dice: En boca de dos o tres testigos se decidirá cada caso. (2 Corintios 13: 1).

Si alguno trata de dañarlos, fuego sale de la boca de ellos, y devora a sus enemigos. Así morirá el que quiera dañarlos. (Apocalipsis 11: 5).
Esto se confirma en Apocalipsis 20: 15, al decir: El que no fue hallado escrito en el Libro de la Vida, fue lanzado en el lago de fuego.
Como vemos, todo aquel que rechace a los dos testigos de Dios, terminará al final muerto por fuego.
Vayamos ahora al versículo 6 de Apocalipsis11, porque este es el versículo que ha desviado a algunas personas a pensar que los dos testigos son Moisés y Elías, y esclareceremos porqué ellos no pueden ser Moisés y Elías. Pero también mostraré qué grado de verdad está en este concepto. Escuchen lo que dice el versículo 6: Estos tienen poder de cerrar el cielo, para que no llueva en los días en que profeticen. Y tienen poder de convertir el agua en sangre, y de herir la tierra con toda plaga, cuantas veces quieran.

Como ven, en el versículo 6 encontramos milagros que eran realizados por Elías cerrando el cielo, (3 ½ años de sequía), y por Moisés al convertir las aguas en sangre, (las plagas de Egipto). Y por este versículo algunos han implicado que los dos testigos son Moisés y Elías. Pero noten que en este capítulo, en ningún lugar se menciona el nombre de Moisés o Elías. Simplemente los milagros que fueron hechos por Moisés y Elías. Ahora, en este sentido es verdad que los dos puedan tener referencias a Moisés y Elías. ¿En qué sentido? Escúchenme con atención. En el sentido de que Moisés representa la Ley, y Elías los profetas. Por ejemplo, si estudiamos la parábola del Rico y Lázaro en Lucas 16: 29 encontraremos que Abraham dijo al hombre rico (concerniente a sus hermanos, a los cuales quería que Lázaro les predicara), Abraham le dijo al hombre rico que ellos, sus hermanos, tenían a Moisés y los Profetas. Dice ú.p:… Tienen a Moisés y a los Profetas. Óiganlos.»
¿Quería decir Abraham que los hermanos literales del hombre rico tenían a los Profetas y a Moisés vivos entre ellos? No. Lo que declaraba era que, «escúchame, hombre rico, tus hermanos tienen a la Ley y los Profetas; Moisés representa la Ley, los profetas, por supuesto, son los escritos de los profetas. Y así Moisés y Elías no estaban literalmente presentes, pero son representados por sus escritos, y los escritos de Moisés y Elías son encontrados en este libro. Es en Elías y en Moisés que encontramos lo grandioso de la Ley y los Profetas.

 Como verán, los judíos consideraban a Elías el más grande de los profetas; y así Elías y Moisés llegaron a ser un símbolo de la Ley y los Profetas. De acuerdo a este texto es claro que no se pudo referir al Moisés y Elías literales, porque si notan, estos testigos serán muertos.
Dice en Apocalipsis 11: 8, refiriéndose a los dos testigos, Sus cadáveres quedarán en la plaza de la gran ciudad. En el versículo 7 dice que «lo vencerá (bestia), y los matará. Así que los dos testigos serán muertos.

Ahora pensemos. La Biblia dice: Y así como está ordenado que los hombres mueran una vez, y después enfrenten el juicio (Hebreos 9: 27). Nadie que haya vivido y haya muerto ha sido trasladado; y recordemos que Elías fue trasladado. De hecho, se puede probar con la Escritura que Moisés fue resucitado y trasladado. No entraré en todos los detalles, pero daré los textos que lo establecen.
Primero, recordarán que en Mateo 17: 3, Moisés y Elías aparecieron en la montaña con Jesús. Y Lucas 9: 30, dice que ahí había dos hombres. No dice que uno era un alma y el otro un hombre, aunque Moisés fue transformado de cuerpo. No, dice que había dos hombres en la montaña. Ahora, sabemos que Elías nunca murió. Elías fue llevado vivo al cielo y la Biblia dice que él fue trasladado. Pero para nosotros Moisés fue resucitado. Por cierto, esto no es nada nuevo. Adam Clarke, el gran comentador metodista, concuerda con esta posición. Y así Jamieson, Fausett, Brown, los grandes comentadores Presbiterianos. Recuerden que el monte de la transfiguración Jesús dijo, era un tipo del Reino de Dios. El dijo, …Os digo en verdad, que algunos de los que están aquí, no gustarán la muerte, hasta que vean el reino de Dios. Y entonces vieron a Jesús, Moisés y Elías.

¿Cómo era esto un cuadro del futuro Reino de Dios? Les diré. Jesús es el Rey. Elías representa al tipo de salvados que serán trasladados sin conocer la muerte. Moisés representa al tipo de salvados que serán resucitados

. Ahora, era enseñanza común judía que Moisés fue resucitado. De hecho, en el libro de Judas, versículo 9, Judas cita un libro judío llamado La Ascensión de Moisés, y él habla cómo Miguel disputó por el cuerpo de Moisés. Ahora, la Biblia enseña que Moisés fue resucitado y que este fue el entendimiento de los apóstoles, no sólo probar esta declaración con Judas, sino también con la que aparece en Romanos 5: 14, donde Pablo dice:…la muerte reinó desde Adán hasta Moisés…
¿Por qué fue hasta Moisés? Porque Moisés fue resucitado por Miguel, de acuerdo a Judas 9. Además, Jesús dijo en Juan 5: 45 a los judíos de esa época, No penséis que yo os voy a acusar ante el Padre. Hay quién os acusa. Moisés, en quien tenéis vuestra esperanza.

De acuerdo a Jesús, Moisés estaba vivo y acusándolos ante el Padre. Y por supuesto, Moisés y Elías descendieron a la montaña y nuevamente les repito que Moisés estaba allí corporalmente.
Ahora, hemos venido al punto en que comparto con ustedes porque estos dos testigos no pueden ser Moisés y Elías ¿Por cuál razón? Simplemente porque fueron trasladados. Y así como está ordenado que los hombres mueran una vez, y después enfrenten el juicio (Hebreos 9: 27). «Después el Juicio», dice la Biblia, para que nadie que haya sido trasladado o resucitado a vida y morir.

Ahora, es cierto que Lázaro después de resucitado, murió otra vez (Juan 11: 41-44). La doncella murió otra vez (Marcos 5: 41, 42), pero ellos no fueron trasladados. La Biblia específicamente dice que Elías sí fue trasladado (2 Reyes 2: 11).
Ahora, si Elías es uno de estos dos testigos, entonces Elías tendrá que descender aquí y morir y ya no será parte del tipo de trasladados vivos, porque la Biblia dice:…no todos dormiremos, pero todos seremos transformados. (1 Cor. 15: 51).
Es claro ver, que después del rapto no descenderemos a la tierra y morir. Esta es la excepción. No todos dormiremos, pero sí todos seremos transformados, dice Pablo.

Así que Elías no descenderá nuevamente a morir. Su mortalidad fue ya cambiada a inmortalidad (1 Cor. 15: 53), y así con Moisés. Si fuese así, no sólo Elías, sino también Enoc tendría que regresar, porque la Biblia no registra otros personajes que hayan sido trasladados sin conocer la muerte.
Ahora, si usted insiste en decir que ese versículo prueba que Enoc y Elías tendrán que regresar y morir, entonces tendrá también que probar que aquellos que queden vivos en la Segunda Venida de Cristo tendrán también que regresar y morir, después de haber sido trasladados sin haber conocido la muerte. Pero por supuesto, esto es ridículo. Sabemos que no todos dormiremos, más todos seremos transformados.
En vez de tomar estos versículos de manera literal a Moisés y Elías, simplemente entendemos que las Escrituras revelan que Moisés representa La Ley, y Elías los profetas, y en estos dos testigos, ambos, Ley y Profetas, están sin dudas, presentes.
Ahora, vayamos a la Biblia a esclarecer y probar que lo que decimos de los dos testigos es exactamente lo que decimos que es ¿Qué dice la Biblia con respecto a testificar? ¿Qué dice la Biblia que da testimonio de Jesús? Juan 5: 39: Escudriñad las Escrituras, ya que pensáis tener en ellas la vida eterna. Ellas son las que dan testimonio de mí.

Recuerden, los dos testigos testificarán por 1260 días vestidos de sacos de silicio (Apocalipsis 11: 3). ¿Quiénes son estos dos testigos que testifican del Señor? Aquí dice, «Escudriñad las Escrituras… Ellas son las que dan testimonio de mí.» Observe el pronombre usado aquí: Ellas, refiriéndose a las Escrituras.

Jesús dijo que son las Escrituras las que dan testimonio de Él; por lo tanto, las Escrituras son los Testigos. Ahora podemos ir a Romanos 3: 21, en donde dice,
Pero ahora, aparte de toda ley, la justicia de Dios se ha manifestado respaldada por la Ley y los Profetas.
Pablo aquí dice que «la justicia de Dios se ha manifestado respaldada por la Ley y los Profetas.» Pablo aquí dice que la Ley y los Profetas testifican de la justicia de Dios. De hecho, si vamos al libro de Mateo 24, lo veremos más claro. El versículo 14: Y este evangelio del Reino será predicado en todo el mundo, por testimonio a todas las naciones, y entonces vendrá el fin.

¿Ven? En ninguna parte de la Biblia son llamados a Moisés y Elías como los dos testigos, pero a través de toda la Escritura, la Biblia dice que La Ley y los Profetas, las Escrituras, el Evangelio, el Nuevo Testamento, estos son los que dan testimonio de Jesús.

Jesús dijo que el Evangelio sería predicado «por testimonio…». Jesús dijo que escudriñemos las Escrituras, pues son las que dan testimonio de Él. Y además, Pablo dice que la Ley y los Profetas manifiestan o testifican la justicia de Dios. Podemos también ir a textos como Isaías 8: 20, en donde dice: ¡A la Ley y al Testimonio! Si no hablan conforme a esto, es porque no les ha amanecido.

Note que la Ley y los Profetas son referidos aquí como Ley y Testimonio. Las palabras «testimonio», «testificar», son usadas constantemente en las Escrituras, tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento.

 Las Dos Olivas, como dijo el ángel, son La Palabra de Dios, que no vino ni por fuerza, ni poder, sino por el Espíritu de Dios, dijo el Señor. Es por la Palabra de Dios que su Pueblo fue guiado y es guiado y bendecido y preservado por su Espíritu.
Ahora sigamos con la profecía de Apoc. 11: y veamos cómo concluye y cómo todo entra en conjunción. Vemos cómo éste capítulo continúa hablando de los dos Testigos. Sabemos que por 1260 años, desde el 538-1798, la Biblia fue «cubierta de cilicio».

En ese tiempo hubo una guerra tremenda contra la Palabra de Dios durante el reinado del Papado. Incluso después de la reforma, aún no era prevaleciente o universal como lo es hoy.
Apocalipsis. 11:7 dice: Y cuando haya acabado su testimonio…
En otras palabras, ellos acabarían su testimonio en estas condiciones. Cuando hayan acabado su testimonio vestidos de cilicio, ¿qué pasará? Dice:…la bestia que sube del abismo los combatirá, los vencerá, y los matará.

¿Cuál es esta bestia? Esta no es la bestia que surge del mar (Apocalipsis 13: 1). Esta no es la bestia que surge de la tierra (Apocalipsis 13: 11). Esta es una bestia que surge del abismo (Apocalipsis 11: 7); una bestia distinta. Como veremos esta bestia hizo guerra contra la Palabra de Dios. Entonces, al final de este período del 538-1798 (hablando en función de aproximados 1790-1798), es cuando acaban su testimonio. Una bestia sale del abismo y hace guerra contra la Palabra de Dios. Y amigos, esta bestia, como veremos, está relacionada con el Comunismo Ateo. Y hasta el día de hoy esta bestia aún sigue haciendo guerra con la Palabra de Dios. Apocalipsis 11: 8 dice: Sus cadáveres quedaran en la plaza de la gran ciudad, que simbólicamente se llama Sodoma y Egipto, donde también su Señor fue crucificado.

Ahora, no permitan que esto los enrede, porque recuerden que en cualquier sitio donde está el pueblo de Dios o la Palabra de Dios es perseguida, es al Señor a quién se persigue. Hechos 9: 4 lo ejemplifica cuando Saulo perseguía a los cristianos, y el mismo Jesús le dijo: «¿Por qué me persigues?» En cualquier ciudad donde la Palabra de Dios es perseguida, Jesucristo está siendo perseguido.
En esa época (1798), ¿qué nación podría llamarse espiritualmente Sodoma y Egipto? ¿Qué Nación reinaba en el momento? ¿Cuál nación dio a la bestia que surge del mar (Apocalipsis 13: 1) una herida mortal? Y es la misma nación de la cual se habla, que de acuerdo a la historia, hizo guerra contra la Palabra de Dios. Como verán, Francia, en este momento, al final de los 1790’s, estaba en levantamiento o comienzos de la Revolución Francesa y hacía guerra contra toda religión. Hizo guerra contra la palabra de Dios, y sin duda, esta nación puede vincularse a Sodoma y Egipto, pues Francia estaba tan entregada a la lascivia como Sodoma, y era tan idólatra como Egipto. De hecho, ellos admiraban a los egipcios. En esa época en que los obeliscos eran comprados por ellos. Napoleón conquistó a Egipto. Había gran amor hacia Egipto y una gran lascivia en la nación, tal como existía en Sodoma, y por supuesto, haciendo guerra contra la palabra de Dios.
Durante 3 días y medio, la gente de los pueblos y tribus, lenguas y naciones verán sus cadáveres, y no permitirán que sean sepultados. Los habitantes de la tierra se regocijarán y se alegrarán por causa de ellos, y se enviarán regalos unos a otros, porque estos dos profetas habían atormentado a los habitantes de la tierra.

La palabra de Dios atormenta al pecador. Hebreos 4: 12 dice que: Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, mas cortante que cualquier espada de dos filos. Penetra hasta partir el alma y el espíritu las coyunturas y los tuétanos y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón.

Apocalipsis 11: 11,12: Pero después de los tres días y medio, entró en ellos un espíritu de vida enviado por Dios. Se levantaron sobre sus pies, y cayo un gran temor sobre quienes los veían. Entonces oyeron una gran voz del cielo, que les dijo: «¡Subid acá!» Y subieron al cielo en una nube, a la vista de sus enemigos.

Quiero que noten algo. Cerca del tiempo en que ellos (los testigos) estaban terminando su testimonio alrededor del 1798, cerca del final de la profecía de los 1260 años, la Biblia dice que una nación, una bestia, haría guerra contra la Palabra de Dios. Ahora, la nación que estaba haciendo eso en ese tiempo fue Francia. Y recuerden, de Francia surgió el ateísmo comunista. Sabemos que Carlos Marx, Lenin, Stalin y todo el Manifiesto ateo comunista fue inspirado por los filósofos de ese tiempo en la historia de Francia. Voltaire, Rousseau, estos fueron quienes empezaron a inspirar esos conceptos de racionalismo, ateísmo y comunismo. De hecho, encontramos que la Revolución Comunista fue inspirada por la Revolución Francesa, y esto es una materia documentada por historiadores de todos los grupos étnicos. Sabemos que este es un gran enlace en la historia de la revolución.

La Revolución Francesa fue la primera revolución que derrocó la monarquía, arrojó por tierra la religión, atacó la Biblia y luego estableció una forma de democracia; pero más que eso, una forma de fuerza brutal y terror que persiguió, no sólo a la Palabra de Dios y la religión, sino también a sus seguidores. Sin duda, este fue el caso de la Revolución Francesa. Pero recuerden que 3 ½ días después de ser asesinados (los testigos), resucitarían; pero ahora observen lo que ocurre. Estos dos testigos quienes habían testificado por 1260 años vestidos de cilicio: ascenderían al cielo y serían vistos por sus enemigos.

Seguramente en estos últimos días podemos acertar en decir que los dos testigos están en todo el mundo. En estos últimos días estos dos testigos ascenderán a los cielos. El Antiguo y el Nuevo Testamento han sido literalmente transmitido desde los cielos, y recibido por las antenas parabólicas. «La Biblia ha sido literalmente enviada al cielo por globos, enviada a través de líneas comunistas y arrojadas en cajas en ciudades circundantes en donde la Palabra de Dios es contra la ley, y hoy sabemos que incluso la Rusia Comunista y la China Comunista imprimen Biblias en casa publicadoras. Sí, amigos, en estos últimos días, los dos testigos, quienes por 1260 años estuvieron cubiertos con sacos de cilicio, sin duda, han ascendido a los cielos.
Para aquellos que desconocen el cálculo de los 3 ½ días, recuerde, que en la Escritura, un día representa un año (Ezequiel 4: 6). Ahora quiero leerles una declaración en libro «El Apocalipsis de San Juan» de George Crowley. En la página 181 y 183 leemos: «La Iglesia y la Biblia habían sido fuertemente golpeadas en Francia desde Noviembre 26, 1793, hasta Junio 17, 1797. Estos 3 ½ años fueron expandidos, y la Biblia, que había sido severamente represada, fue puesta en lugar de honor y fue abiertamente el libro del protestantismo libre.»
Así que George Crowley está de acuerdo con que los 3 ½ días son exactamente 3 l/2 años de Noviembre 1793 a Junio 1797. Y en el libro «Daniel y Apocalipsis» de Urías Smith, pág. 539, dice: «En 1793, el decreto pasó a la Asamblea Francesa, para suprimir la Biblia. Justo 3 años después una resolución fue introducida en la Asamblea un reemplazamiento al previo decreto y fue permitida la Biblia. Esta resolución se mantuvo al tapete por 6 meses, cuando se tomó y fue puesta en circulación sin un voto disentido. Así, justamente 3 ½ años, los testigos ‘se pararon sobre sus pies, y gran temor cayó en aquellos que los vieron.»

Ahora escuchen con atención. Fue en 1804, algunos años después de 1798, que la Sociedad Bíblica Inglesa fue fundada y algunos años más tarde, en 1860, la Sociedad Bíblica Americana fue fundada también. Ciertamente podemos decir que al cabo de los 1260 años estos dos testigos han ascendido a los cielos y han sido visto por sus adversarios (Apocalipsis 11: 12).

Creo de todo corazón, que debemos aceptar la advertencia y el testimonio de los dos testigos. El Antiguo y el Nuevo Testamento son los que nos testifican de Jesús y Su amor. Y la Biblia, a través del Apocalipsis, predice que así como la bestia haría guerra contra los Santos, los 1260 años cubriría la Iglesia Católica contra la Palabra de Dios en lengua desconocida, y se vestiría de saco de cilicio, gimiendo por la desolación hecha al pueblo de Dios.

Cerca del tiempo de fin, otra bestia surgiría. Una bestia que inspiraba el Ateísmo en el mundo Y amigos, sucedió en la Revolución Francesa. Trataron literalmente de destruir la Palabra de Dios, quemarla y desaparecerla, pero en vez de eso Dios dijo que 3 ½ días pasarían y se pararían sobre sus pies, y más que esto, ascenderían a los cielos. Y hoy escuchamos y vivimos en el tiempo en donde la Palabra de Dios es, sin duda, predicada en todo el mundo. Y podemos escucharlos. Podemos escuchar las voces de esos dos testigos. Podemos ver el testimonio que traen, y debemos aceptarlo.
«No sólo de pan vive el hombre sino de toda Palabra que sale de la boca de Dios.» (Mateo 4: 4).
Sea nuestra oración: «Señor, que prestemos atención al testimonio de tus Dos Testigos».


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