Los arcángeles

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¿Qué son los arcángeles?
En las religiones Judía, Cristiana e Islámica, los arcángeles son una categoría de ángeles. Según se cree constituyen uno de los 9 coros de la jerarquía.
Entre estas religiones se considera que los arcángeles son 7 pero que difieren en nombre entre las diferentes religiones. En el cristianismo se ha aceptado a 3 que son Miguel, Gabriel y Rafael. Miguel en Apoc. 12:7-9. Gabriel en Luc. 1:11-20, 26-38. Y Rafael en el libro apócrifo de Tobías 12: 6,15 (Biblia Católica).
Los nombres de los otros 4 ángeles aparecen en libros apócrifos como Enoc, y el 4to libro de Esdras, así como en la literatura rabínica.
Los 9 mencionados son:
Miguel (Mikael),
Gabriel (Gavri el),
Rafael (Rafa- el)
Baraquiel
Camael
Jehudiel
Selafiel
Uriel
Jeremiel
Entre los musulmanes, además de miguel, Gabriel y Rafael, son 10 los arcángeles y no 7, aunque para ellos los mas importantes son Miguel, Gabriel y Rafael, aunque para ellos el mas importante es Gabriel y no Miguel. Estos son:
Mikhail que es el encargado de las bendiciones.
Azrael que es el de la muerte
Israfil que es el encargado de anunciar el día del juicio final.

Yibril
Munkar que es el encargado del juicio de las almas.
Naquir que es el encargado del juicio de las almas.
Raaqib
Atid
Maaliq guardián del infierno
Ridhwan que es el guardián del cielo.
De estos solamente podemos dar como fe de la existencia de Miguel y Gabriel.
La palabra arcángel viene del griego y se escribe archángelos (arjángelos) y significa ángel principal o jefe de los ángeles.
El único  que la Biblia compuesta de 66 libros menciona como arcángel es a Miguel, cuyo nombre es utilizado 5 veces en la Biblia para designar a un ser celestial.
La palabra miguel esta compuesta por Mika –El. Y Significa ¿Quién es como Dios?.
En los libros de Josué y del profeta Daniel
En el libro de Josué se nombra al arcángel Miguel, no por su nombre (en hebreo: מיכאל Mikha-El), sino como «Capitán de los Ejércitos del Señor» y tras encontrarse con Josué cerca de Jericó.
Sucedió que estando Josué cerca de Jericó, levantó los ojos y vio a un hombre plantado frente a él con una espada desnuda en la mano. Josué se adelantó hacia él y le dijo: «¿Eres de los nuestros o de nuestros enemigos?» Respondió: «No, sino que soy el jefe del ejército de Yahveh. He venido ahora.» Cayó Josué rostro en tierra, le adoró y dijo: «¿Qué dice mi Señor a su siervo?» El jefe del ejército de Yahveh respondió a Josué: «Quítate las sandalias de tus pies, porque el lugar en que estás es sagrado.» Así lo hizo Josué.(Josué 5, 13-15).
Mientras tanto el libro de Daniel solo señala que Miguel es quien defendería al pueblo de Israel durante las tribulaciones.(Daniel 10,13; 10,21; 12,1)

Según la tradición rabínica judía

Según la tradición rabínica judía, a Miguel a veces se le llama «Príncipe de las Naciones» (cf. Daniel 10,13), y es quien actua como «Abogado de Israel» frente a su acusador Samael o Satanás (llamado Lucifer o Luzbel en el Cristianismo), de quien es enemigo. Enemistad que se remonta a la época en que Miguel y Samael habitaban en el Cielo, cuando éste último se rebeló a Dios, y Miguel se encargó de castigarlo. (Midrash Pirke R. El. XXVI.).
Los rabinos cuentan que Miguel empieza con su papel de defensor de los hebreos, desde los tiempos de los patriarcas bíblicos. Por tal razón, según el Rabí Eliezer ben Jacob, fue Miguel quien rescató a Abraham del horno donde había sido arrojado por Nimrod (Midrash Genesis Rabbah XLIV. 16). También fue uno de los tres hombres que visitaron a Abraham para anunciarle el nacimiento de Isaac; y que anunciaron a Lot la destrucción de Sodoma y Gomorra.
Algunos Midrash describen a Miguel como el maestro de Moisés durante el Éxodo, además de ser quien protege a los israelitas frente al ejército del Faraón antes de cruzar el Mar. En el Midrash Exodus Rabbah cuenta que Miguel ejerce su función de abogado de los hebreos, cuando Satán (su adversario), acusa a los israelitas de idolatría y declara que constantemente murmuraban deseando haber muerto junto con los egipcios en el Mar (Ex. R. XVIII. 5). Pero según el midrash Abkir, dice que cuando Uzza, el ángel tutelar de Egipto, convoca a Miguel a pelear ante Dios, Miguel calla, pues sería Dios mismo quien defendería a su pueblo.

En la literatura apócrifa hebrea (Libro de Enoc)

En la literatura apócrifa judía, San Miguel ocupa una buena parte. Y su punto de partida, son las Escrituras auténticas (Daniel 12, 1). En el Libro de Enoc, se le menciona varias veces como «Gran Capitán», el misericordioso y muy paciente; y el ángel encargado de la mejor parte de la humanidad y del pueblo.

El Arcángel Miguel según los Testigos de Jehová

Para los Testigos de Jehová, Jesucristo y el Arcángel san Miguel son el mismo ser. Ya que Gabriel tiene la categoría de ángel, pero a Rafael no lo consideran dentro de su angelología.
Esto se debe a que la palabra arcángel en latín significa «ángel principal» o «jefe de los ángeles» y en las Escrituras no se menciona a nadie con esa categoría, al ángel Gabriel solo se le menciona como mensajero (en griego «ángel«, significa «mensajero«); y a Rafael solo se le menciona en el Libro de Tobías, que no aparece en la Biblia usada por los Testigos de Jehová. Por tal razón, ven en el arcángel Miguel una imagen más de Jesucristo en su papel de jefe de los ángeles.

El arcángel Miguel en el Islam

En el Corán Miguel es llamado Mikha’il o Mikhal (ميخائيل); ahí solo se le menciona una vez, en el Sura 2:98. Y en el 11:72 se dice que era uno de los tres ángeles que visitaron a Abraham para anunciar el nacimiento de Isaac.
Entre los musulmanes, Miguel es uno de los cuatro arcángeles (con Izrail, Israfil y Yibril), y uno de los dos ángeles, con Gabriel, nombrado en el Corán. Pero algunos musulmanes creen que hay diez arcángeles:

  • Mikhail
  • Izrail
  • Israfil
  • Yibril
  • Munkar
  • Nakir
  • Raqib
  • ‘Atid
  • Malik y
  • Ridhwan.

En la tradición islámica, Miguel reside en el séptimo cielo y aparece siempre como segundo lugar después de Gabriel, ya que cuando Alá creaba a Adán, envió a Gabriel primero y luego a Miguel, para llevar la arcilla, de la que sería formado el hombre.
En el Islam, se cree popularmente que hay una cantidad incontable de ángeles, del cual Miguel es el ángel asociado a la entrega de bendiciones; además de que los ángeles son nombrados por departamentos, del cual Miguel es el principal ángel de las bendiciones.
En el cristianismo
Este nombre aparece por primera vez en los texto cuneiformes de Ebla del periodo pre-patriarcal y mas tarde en un trozo de tiesto con inscripciones hallado en Nimrud y en los rollos del mar muerto.
Miguel es un nombre utilizado cinco veces en la Biblia para designar a un ser celestial (Dan. 10:13, 21; 12:1; Judas 9; Apoc. 12:7).
Dan. 10:13,21
13Mas el príncipe del reino de Persia se me opuso durante veintiún días; pero he aquí Miguel, uno de los principales príncipes, vino para ayudarme, y quedé allí con los reyes de Persia. 21Pero yo te declararé lo que está escrito en el libro de la verdad; y ninguno me ayuda contra ellos, sino Miguel vuestro príncipe.
Príncipe.
Heb. Ñar. Palabra que aparece 420 veces en el AT, pero evidentemente nunca tiene el significado de «rey». Se refiere a los principales servidores de un rey (Gén. 40: 2, donde se traduce «jefe»), a gobernadores locales (1 Rey. 22: 26, donde se traduce «gobernador»), a los subordinados de Moisés (Exo. 18: 21, donde se traduce «jefes»), a los nobles y funcionarios de Israel (1 Crón. 22: 17; Jer. 34: 21, donde se traduce «principales» y «príncipes» respectivamente), y especialmente a comandantes militares (1 Rey. 1: 25; 1 Crón. 12: 21, donde se traduce «capitanes»). Con este mismo último sentido aparece en la expresión  Ðar hatstsaba’, «comandante del ejército» (la misma expresión que se traduce «príncipe de los ejércitos» en Dan. 8: 11), en una de las óstrakas* de Laquis, una carta escrita por un oficial del ejército de Judea a su superior, probablemente en el momento de la conquista de Judá hecha por Nabucodonosor en 588-586 a. C., el tiempo cuando Daniel ya estaba en Babilonia (ver t. 11, pp. 99- 100; Jer. 34: 7).
El Ser celestial que se le apareció a Josué en Jericó recibe el nombre de «Príncipe [Heb. Ñar] del ejército de Jehová» Jos. 5: 14-15). Daniel usa repetidas veces esta palabra para referirse a seres sobrenaturales (Dan 8: 11,25; 10: 13, 21; 12: 1). Basándose en estas observaciones algunos han supuesto que Ñar indica un ser sobrenatural que en ese tiempo se oponía a los ángeles de Dios y que estaba tratando que el reino de Persia fuera en contra de los mejores intereses del pueblo de Dios. Satanás siempre ha estado ansioso de proclamarse príncipe de este mundo. Lo principal aquí era el bienestar del pueblo de Dios en pugna con sus vecinos paganos. Puesto que se declara que Miguel es el «príncipe [Ñar] que está de parte de los hijos de tu pueblo» (cap. 12: 1), no parecería irrazonable que el «príncipe del reino de Persia» fuera un falso «ángel guardián» de ese país; uno de los que pertenecen a las huestes del adversario. Es claro que el conflicto era en contra de las potestades de las tinieblas: «Durante tres semanas Gabriel luchó con las potestades de las tinieblas, procurando contrarrestar las influencias que obraban sobre el ánimo de Ciro… Todo lo que podía hacer el cielo en favor del pueblo de Dios fue hecho. Se obtuvo finalmente la victoria; las fuerzas del enemigo fueron mantenidas en jaque mientras gobernaron Ciro y su hijo Cambises» (PR 418-419).
Por otra parte, Ñar puede usarse en el sentido usual de «gobernador», y en ese sentido se referiría a Ciro, rey de Persia. Si se entiende el pasaje de esa manera, vemos a los ángeles del cielo luchando con el rey para que pudiera dar un veredicto favorable a los judíos.CBA2,
El titulo príncipe de los ejércitos también es importante en el contexto del santuario. El ejercito mencionado aquí es el celestial, y este príncipe está a cargo de él. Daniel 8:11. El término príncipe generalmente se refiere a un líder militar o de la realeza (1 Sam. 17:52; Jer 26:11), pero puede también señalar a los sumos sacerdotes (1 Cron,. 24:54; Esdras 8:24). En Daniel 8 el título príncipe combina las ideas de realeza y liderazgo con las funciones sacerdotales. ¿Quién es el príncipe de los ejércitos celestiales? El título aparece en Josué 5:13-15 para designar a un ser celestial igualado al señor mismo (Josué 6:2). Nosotros los cristianos lo identificamos como el hijo de Dios.
Veamos a Josué 5:13-15
Estando Josué cerca de Jericó, alzó sus ojos y vio un varón que estaba delante de él, el cual tenía una espada desenvainada en su mano. Y Josué, yendo hacia él, le dijo: ¿Eres de los nuestros, o de nuestros enemigos? 14El respondió: No; mas como Príncipe del ejército de Jehová he venido ahora. Entonces Josué, postrándose sobre su rostro en tierra, le adoró; y le dijo: ¿Qué dice mi Señor a su siervo? 15Y el Príncipe del ejército de Jehová respondió a Josué: Quita el calzado de tus pies, porque el lugar donde estás es santo. Y Josué así lo hizo.

Príncipe del ejército.
No se refiere, en primer término, al ejército de Israel sino a las huestes celestiales (PP 526).  La palabra traducida «ejército» se refiere específicamente a guerreros (Juec. 4: 2, 7; etc.), algunas veces a los ejércitos de Israel (2 Sam. 2: 8).  Tal como se presenta en este pasaje y en 1 Rey. 22: 19, se refiere a ángeles; pero en Isa. 34: 4 se refiere a los cuerpos celestes.  En todo momento los 199 ángeles están dispuestos a suplir las necesidades de la iglesia y a cumplir las órdenes de su Capitán.  Quienes tienen que hacer frente a conquistas como la de Jericó, pueden solicitar la ayuda de estas fuerzas invisibles, y recibirán, como Josué, la seguridad de que los recursos del cielo están a la disposición de cada alma que tiene confianza. Josué recibió la promesa segura de que no estaría solo a la cabeza del ejército hebreo.  Como Capitán el mismo Señor estaría allí para vigilar, disponer, ordenar y comandar.
Le adoró.
Al aceptar la adoración ofrecida por Josué, el Visitante celestial demostró que era más que un ángel (ver Apoc. 19: 10).
15.
Quita el calzado.
Esta es otra evidencia de que el «Príncipe del ejército» era más que un ángel.  No era sino Cristo mismo, en forma humana (ver PP 522).  En Jos. 6: 2 se lo designa con el nombre divino (ver com.  Exo. 6: 3; 15: 2).  Debe notarse que Jos. 6 es una Continuación del relato del cap. 5: 13-15, y que el pasaje del cap. 6: 1 es una declaración parentética introducida a modo de explicación de lo que sigue en los vers. 2-5.CBA2,
Josué 6:2
Mas Jehová dijo a Josué: Mira, yo he entregado en tu mano a Jericó y a su rey, con sus varones de guerra.

Dan 12:1

En aquel tiempo se levantará Miguel, el gran príncipe que está de parte de los hijos de tu pueblo; y será tiempo de angustia, cual nunca fue desde que hubo gente hasta entonces; pero en aquel tiempo será libertado tu pueblo, todos los que se hallen escritos en el libro.

Judas 9
Pero cuando el arcángel Miguel contendía con el diablo, disputando con él por el cuerpo de Moisés, no se atrevió a proferir juicio de maldición contra él, sino que dijo: El Señor te reprenda.
Apoc. 12:7

Después hubo una gran batalla en el cielo: Miguel y sus ángeles luchaban contra el dragón; y luchaban el dragón y sus ángeles
En ninguna parte se identifica explícitamente a Miguel con Jesús, pero algunos escritores cristianos, luego de comparar cuidadosamente los papeles desempeñados por ambos, consideran que ambos nombres se refieren a la misma persona. De hecho, cualquier comparación que se realice debe tomar en cuenta no sólo las similitudes, sino también las diferencias. Comenzaremos con los pasajes en los que se menciona a Miguel, para luego ampliar el horizonte incluyendo varias secciones que se relacionan conceptualmente con su persona y experiencia.
       1. Parece ser un ángel: Miguel es identificado como «uno de los principales príncipes» (Dan. 10:13), «vuestro príncipe» (vers. 21), «el gran príncipe» (Dan. 12:1) y «el arcángel» (Jud. 9). La palabra «arcángel» implica que es el príncipe de los ángeles, lo que podría sugerir que Miguel no puede ser otro nombre para Jesús, ya que los ángeles son seres creados.
       Parte del problema se debe a que se considera que el sustantivo «ángel» designa a un ser que desempeña el papel de «mensajero» de Dios. En muchos casos los mensajeros son seres creados, pero existe una excepción.
       En el Antiguo Testamento existen varias referencias en las que se iguala al «ángel (mensajero) del Señor» con Dios (por ejemplo, Éxo. 3:2, 4; Juec. 6:12, 14). No es que se confunda al mensajero con el que lo envía, sino que el que envía es al mismo tiempo el mensajero. Muchos cristianos han identificado al ángel del Señor con el Cristo preencarnado. Esta interpretación cristológica parece ser bíblicamente válida.
       2. Es el líder de los ángeles: La frase «uno de los principales príncipes» (Dan. 10:13) podría dar la impresión de que Miguel es uno entre muchos príncipes. Pero, de acuerdo con Apocalipsis 12:7, Miguel es el líder supremo de los ángeles celestiales, o «el gran príncipe». Aun cuando ayuda personalmente a los ángeles en sus tareas designadas (Dan. 10:13), las huestes angélicas permanecen bajo su mando (Apoc. 12:7). Además, él es «el arcángel» (Jud. 9). Este título es mencionado en otro lugar de la Biblia: 1 Tesalonicenses 4:16, en el contexto de la Segunda Venida. Cristo regresará «con voz de arcángel», sugiriendo así que Miguel es, muy probablemente, otro nombre para Jesús.
      3. Protege al pueblo de Dios: Se describe a Miguel como el Príncipe de Israel (Dan. 10:21), aquél que protege a Israel (Dan. 12:1). Se describe esta protección en términos militares y se muestra al príncipe como un guerrero. Prácticamente en todos los pasajes en los que es mencionado existe un conflicto entre el pueblo de Dios y sus enemigos, y se presenta a Miguel defendiéndolo o luchando por él. La protección también puede tomar la forma de juicio, en el que Miguel se levanta para defender y liberar al pueblo de Dios (Dan. 12:1). Estas funciones que Cristo desempeña en el Nuevo Testamento confirman la posición de que Miguel y Cristo son la misma persona, comprometida con el liderazgo de los reinos celestial y terrenal.
      4. Es el Príncipe de las huestes celestiales: En Daniel 8:10 hace referencia a un personaje que realiza el servicio díario en el Santuario Celestial. Sólo existe otro texto en el Antiguo Testamento que lo menciona. Josué tuvo un encuentro con un ser que se identificó como «Príncipe (comandante) del ejército de Jehová». Éste ordenó a Josué que se descalzara, ya que el suelo donde estaba parado era santo, similar a la aparición de Dios a Moisés. El contexto deja en claro que este ser era el Señor mismo (Jos. 6:2). Este príncipe es la misma persona llamada en otros textos como príncipe Miguel y, por lo tanto, podemos identificarlo con el Cristo preencarnado.
      De esta manera, aunque la Biblia no identifica claramente a Miguel con Cristo, existe suficiente material bíblico como para garantizar la posición que señala a ambos como el mismo personaje. El nombre Miguel subraya la idea de que Cristo es el líder supremo de los ángeles celestiales y el defensor de su pueblo como guerrero, juez y sacerdote.
El tárgum de Jonathan sobre Deuteronomio 34:6 atribuye a Miguel y sus ángeles la sepultura de Moisés. La literatura Judía describe a Miguel como el más elevado de los ángeles, el verdadero representante de Dios, y lo identifica con el ángel de Yahweh el cual se menciona con frecuencia en el antiguo testamento como un ser divino.
La antigua teología Judía identifica a Miguel como la Shekinnah.


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