Cualidades indeseables de la música

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Se acerca a la armonía del coro celestial.— La música forma parte del culto de Dios en los atrios del cielo. En nuestros cantos de alabanzas debemos intentar acercarnos tanto como sea posible a la armonía de los coros celestiales. A menudo me he entristecido al oír voces incultas, elevadas hasta la más alta nota, chillando literalmente, al expresar las sagradas palabras de algún himno de alabanza. Cuán inapropiados son esas voces agudas y estridentes en el culto sagrado y el gozoso servicio de Dios. Anhelo tapar mis oídos, o huir lejos del lugar, y me alegro cuando el penoso ejercicio ha terminado.

Los que hacen del canto una parte del culto divino, deben elegir himnos con música apropiada para la ocasión, no de notas fúnebres, sino alegres, y con todo, melodías solemnes. La voz puede y debe ser modulada, enternecida y subyugada.– Ev, 370.

Con el corazón y el entendimiento.— Vi que todos deben cantar con el espíritu y con el entendimiento también. A Dios no le complace la jerga y la discordancia. Lo correcto le agrada siempre más que lo incorrecto. Y cuanto más puedan acercarse los hijos de Dios a lo correcto, con canto armonioso, tanto más será El glorificado, la iglesia beneficiada y los no creyentes favorablemente impresionados.– Ev, 370.

Músicos mundanos.— No contratéis músicos mundanos si esto puede evitarse de alguna manera. Reunid cantores que canten con el espíritu y también con el entendimiento. La ostentación extraordinaria que a veces hacéis implica gasto innecesario, que a los hermanos no se les debe exigir que hagan; y encontréis que después de un tiempo los no creyentes no estarán dispuestos a dar dinero para hacer frente a estos gastos.– Ev, 371.

La música religiosa transformada en artimaña de Satanás

La música en el congreso campestre de Indiana en 1900, descrita por testigos oculares

Su impacto casi irresistible.— Hay un gran poder que acompaña al movimiento (Carne Santificada) que se está realizando aquí. Atraería casi a cualquiera dentro de su esfera de acción, si concienzudamente se sientan a escuchar con el menor grado de aprobación; a causa de la música que se toca en la ceremonia. Tienen un órgano, un bajo, una viola, tres violines, dos flautas, tres panderetas, tres cornos y un bombo y quizás otros instrumentos que no he mencionado. Están tan adiestrados en el área musical como cualquier coro del Ejército de Salvación que haya jamás escuchado. En realidad su esfuerzo de reavivamiento es sencillamente una copia completa del método del Ejército de Salvación, y cuando alcanzan una clave alta, no se puede oír una palabra del canto de la congregación, ni escuchar nada, que no sean gritos de los que están medio dementes…

Después de un llamado para orar, unos pocos de los dirigentes se adelantan siempre, para guiar a otros; y entonces empiezan a tocar los instrumentos musicales, hasta que uno ni puede pensar; y bajo la excitación de esa tensión consiguen que gran parte de la congregación les siga una y otra vez. — Informe de S. N. Haskell a E. G. White, septiembre 25, 1900.

Tonos bailables y palabras sagradas.— Tenemos un gran tambor, dos panderetas, un gran contrabajo, dos pequeños violines, una flauta y dos cornetas, un órgano y unas pocas voces. Tienen como libro de cantos, "El jardín de los sainetes", y tocan tonos de danza para las palabras sagradas. Nunca han usado nuestro propio himnario, excepto cuando los pastores Breed o Haskell hablan, entonces abren y cierran con un himno de nuestro libro. Gritan amenes, y "alaban al Señor", "gloria a Dios" igual que un servicio del Ejército de Salvación. Es penoso para el alma. Las doctrinas predicadas corresponden al resto. Las pobres ovejas están confundidas. –Informe de la Sra. S. N. Haskell a Sara Mc Enterfer, septiembre 12, 1900.

Cantos alegres e histeria auto-inducida.– Asistí al campamento en septiembre de 1900, que se tuvo en Muncie, en donde presencié las actividades y excitación fanática de esa gente. Había grupos numerosos de personas esparcidos por todo el terreno del campamento discutiendo, cuando estos fanáticos condujeron los servicios en el gran pabellón, llegaron a alcanzar un grado de excitación elevado por el uso de instrumentos como: trompetas, flautas, instrumentos estridentes, panderetas, un órgano y un gran bombo. Gritaron y cantaron sus cantos alegres con la ayuda de instrumentos hasta que se pusieron realmente histéricos. Varias veces los vi, después de esas reuniones de la mañana cuando venían al comedor, moviéndose como si tuvieran parálisis.– Informe de Burton Wade a A. L. White, 12 de enero de 1962.

Comentarios de la inspiración Divina acerca de la música durante el Congreso Campestre de Indiana de 1900

Un bullicio que confunde los sentidos.— Esas mismas cosas que habéis explicado que ocurrían en Indiana, el Señor me ha mostrado que volverían a ocurrir justamente antes de la terminación del tiempo de gracia. Se manifestarán toda clase de cosas extrañas. Habrá vocerío acompañado de tambores, música y danza. El juicio de algunos seres racionales quedará confundido de tal manera que no podrán confiar en él para realizar decisiones correctas. Y a esto consideran como la actuación del Espíritu Santo.

El Espíritu Santo nunca se manifiesta en esa forma, mediante ese ruido desconcertante. Esto constituye una invención de Satanás para ocultar sus ingeniosos métodos destinados a tornar ineficaz la pura, sincera, elevadora, ennoblecedora y santificadora verdad para este tiempo. Es mejor no mezclar nunca el culto a Dios con música, que utilizar instrumentos musicales para realizar la obra que en enero pasado se me mostró que tendría lugar en nuestras reuniones de reavivamiento. La verdad para este tiempo no necesita nada de eso para convertir a las almas. El ruido desconcertante aturde los sentidos y pervierte aquello que, si se condujera en la forma debida, constituiría una bendición. El influjo de los instrumentos satánicos se une con el estrépito y el vocerío, que resulta en un carnaval, y a esto se le denomina obra del Espíritu Santo…

No debería estimularse esta clase de culto. Este mismo género de influencia vino después de cumplida la fecha de 1844. Ocurrieron las mismas representaciones. Los hombres se agitaron y fueron estimulados por un poder que pensaban era el poder de Dios… — 2MS, 41, 42.

La música aceptable si no es "debidamente conducida", se transforma en trampa de Satanás.— El Espíritu Santo no tiene nada que ver con tal confusión de ruido y multitud de sonidos como se me mostró en enero pasado. Satanás trabaja en medio del ruido y de la confusión de tal música, que debidamente conducida, sería una alabanza y gloria a Dios. El provoca el mismo efecto que el veneno de la serpiente.

Estas cosas que fueron en el pasado serán en el futuro. Satanás hará de la música una tentación según la manera en que sea conducida. Dios llama a su pueblo, que tiene la luz adelante de si en la Palabra y en los Testimonios, a leer y considerar, y a aceptarlos. Se ha dado instrucción clara y definida para que todos puedan comprender. Pero el deseo apasionado de hacer algo nuevo resulta en doctrinas extrañas, y en gran manera destruye la influencia de los que serían un poder para el bien si mantuvieran firme su confianza en la verdad que el Señor les ha dado. –Carta 132, 1900 a S. N. Haskell.

Estos [en Indiana] estaban guiados por una ilusión espiritualista.– Evangelism, p. 595.

El ruido no es evidencia de santificación.— Se me instruyó concerniente a las últimas experiencias de los hermanos de Indiana y a las enseñanzas que han dado a las iglesias. El enemigo ha estado obrando a través de estas prácticas y enseñanzas para descarriar a las almas… Había mucha excitación, con ruidos y confusión. No era posible captar claramente lo que estaba ocurriendo. Algunos parecían estar en visión y caían al suelo. Otros saltaban, danzaban y gritaban…

La forma como se han celebrado las reuniones en Indiana, con ruido y confusión, no las recomiendo a las mentes concienzudas e inteligentes. Estas demostraciones no contienen nada capaz de convencer al mundo de que poseemos la verdad. El ruido y el alboroto en sí mismos no constituyen ninguna evidencia en favor de la santificación, o del descenso del Espíritu Santo. Vuestras demostraciones extravagantes crean únicamente disgusto en la mente de los no creyentes. Cuanto menos haya de esta clase de demostraciones, tanto mejor será para los participantes y para el pueblo en general…

Surgirán muchos movimientos semejantes en este tiempo cuando la obra del Señor debería estar en una condición elevada y pura, y no adulterada con supersticiones y fábulas. Debemos estar en guardia a fin mantener una estrecha comunión con Cristo y para no ser engañados por las artimañas de Satanás.

El Señor quiere que sus servicios se caractericen por el orden y la disciplina y no por la agitación y la confusión. No estamos ahora en condiciones de describir con exactitud las escenas que ocurrirán en nuestro mundo en el futuro, pero sí sabemos que éste es un tiempo cuando debemos velar y orar, porque el gran día del Señor está cercano. Satanás está reuniendo sus fuerzas, Necesitamos ser precavidos y permanecer serenos, y contemplar las verdades de la revelación. La agitación no favorece el crecimiento en la gracia que conduce a la verdadera pureza y santificación del espíritu.

Dios exhorta a su pueblo a que ande con sobriedad y con santa compatibilidad con los principios. Deberían tener mucho cuidado de no desfigurar ni deshonrar las santas doctrinas de la verdad mediante actuaciones extrañas, confusión y alboroto. Cuando ocurren estas manifestaciones, los no creyentes son llevados a pensar que los Adventistas del Séptimo Día constituyen un conjunto de fanáticos. Así se crea una situación de prejuicio que impide que las almas reciban el mensaje para este tiempo. Cuando los creyentes proclaman la verdad como está ejemplificada en Jesús, manifiestan una calma santa y serena, y no una tormenta de confusión.– 2MS, 35-41.

 

Clave de abreviaturas

  1. CM – Consejos para los maestros
  2. CN – Conducción del niño
  3. DTG – El Deseado de todas las gentes
  4. EC – La educación cristiana
  5. Ed – La Educación
  6. Ev – El evangelismo
  7. MC – El ministerio de curación
  8. MS – Mensajes selectos, 3 tomos
  9. PP – Patriarcas y profetas
  10. RH – Review and Herald
  11. T – Testimonies for the Church, vols. 1-9

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