Los Hechos de los Apóstoles en Forma Cronológica II

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Los Hechos de los Apóstoles en Forma Cronológica II

 

 

En el libro de los Hechos, Lucas toma en cuenta el desarrollo cronológico de su narración, más que la mayoría de los escritores del Nuevo Testamento. Por eso, además de los sucesos que acabamos de tratar, y que él sincroniza aproximadamente con acontecimientos de la historia secular, Lucas también proporciona otros elementos cronológicos en su narración que ayudan en la reconstrucción de una cronología. Además, Pablo mismo presenta varias declaraciones incidentales que proporcionan más informaciones.

Pablo aparece por primera vez en el relato de Hechos en el momento del apedreamiento de Esteban. No hay ninguna evidencia histórica para la fecha de la muerte de Esteban; sin embargo, ciertos datos proféticos sugieren una fecha. Las 70 semanas de la profecía de Daniel comenzaron en el año 457 a. C. y terminaron en el año 34 d. C. Este período, de acuerdo con lo que el ángel le dijo a Daniel, estaba determinado para el «pueblo» del profeta (vers. 24). Fue un período especial concedido a los judíos, después del cual es razonable deducir que cesaría su situación especial como el pueblo escogido de Dios. De los acontecimientos registrados en Hechos, el apedreamiento de Esteban por orden del sanedrín es quizás la señal más clara del rechazo oficial del cristianismo por parte de la nación judía. Los apóstoles continuaron tratando de convertir a los judíos y no fueron inmediatamente a los gentiles con el Evangelio; pero poco después de la muerte de Esteban se convirtió Pablo, el apóstol especialmente consagrado a los gentiles. Alrededor de ese mismo tiempo Pedro bautizó a Cornelio, el centurión romano (Hech. 10: 44-48). Todo esto permite señalar el apedreamiento de Esteban como una clara señal de la terminación de las 70 semanas (ver CS 375). Teniendo esto en cuenta, el año 34 d. C. ha sido tomado como una fecha aceptable para el apedreamiento de Esteban. La conversión de Pablo tuvo que haber ocurrido poco después.

Después de su conversión, probablemente en el año 35 d. C., Pablo permaneció en Damasco «muchos días» (cap. 9: 23). Su siguiente viaje registrado en los Hechos fue a Jerusalén después de haber escapado de Damasco en una canasta (Hech. 9: 25-26; cf. 2 Cor. 11: 32). Su retiro a Arabia (Gál. l: 17) debe haber ocurrido antes de que fuera a Jerusalén, puesto que en ese tiempo aún no había visitado esa ciudad después de su conversión. Su primera visita a Jerusalén fue «tres años» después de su conversión (Gál. l: 18), visita que puede ubicarse alrededor del año 38 d. C. La visión mencionada en Hech. 22: 17-21 probablemente ocurrió en ese tiempo. Pablo viajó a Tarso después de su visita a Jerusalén (cap. 9: 30). Bernabé lo encontró allí algunos años más tarde, y lo invitó para que ayudara en la obra en Antioquía. Pablo permaneció «todo un año» (cap. 11: 25-26) en Antioquía. El profeta Agabo predijo «en aquellos días» un hambre en Judea, y la iglesia de Antioquía envió a Pablo y a Bernabé a Jerusalén con (vers. 27-30). «En aquel tiempo» (cap. 12: 1), probablemente mientras Pablo estaba en Antioquía y no después de su visita a Jerusalén con Bernabé, Herodes dio muerte a Jacobo y encarceló a Pedro (vers. 1-3), pero murió poco después, en el año 44 d. C.

Al final de su permanencia de un año en Antioquía, alrededor del año 44-45 d. C., Pablo y Bernabé comenzaron su primer viaje misionero. No se sabe cuánto duró ese viaje, pero cuando regresó Pablo, permaneció en Antioquía «mucho tiempo» (Hech. 14: 28). Cuando surgió una disensión debido a que los gentiles habían sido admitidos en la iglesia sin ser circuncidados, Pablo, Bernabé y otros fueron a Jerusalén, donde el problema quedó resuelto en un concilio con los apóstoles (cap. 15). Lo más probable es que esta visita sea la misma que Pablo menciona en Gál. 2: 1, que ocurrió «pasados catorce años», pues en ambos casos lo que estaba en juego era la circuncisión. Con todo, el contexto no indica claramente de cuál acontecimiento se debe partir para computar esos catorce años. Podría entenderse que comenzaron con la conversión de Pablo (Gál. l: 15-16), o con su primera visita a Jerusalén tres años más tarde (vers. 18). Por eso no puede decirse precisamente cuándo tuvo lugar el concilio de Jerusalén, pero aproximadamente podría haber sido alrededor del año 49 d. C.

«Algunos días» (Hech. 15: 36) después del regreso de Pablo a Antioquía, éste propuso el segundo viaje misionero a Bernabé, y cuando se presentó un desacuerdo entre los dos, Pablo emprendió viaje con Silas. Después de predicar en Frigia, Galacia y Misia, llegaron a Troas; de allí viajaron por barco a Macedonia y predicaron en Filipos, Tesalónica y Berea. Posteriormente Pablo fue a Atenas, y después de lo que le sucedió en el Areópago se estableció en Corinto, donde permaneció «un año y seis meses» (cap. 18: 11). Durante la última parte de este período, o quizá al final, posiblemente ocurrieron las insurrecciones contra el procónsul Galión, que ya hemos ubicado aproximadamente entre los veranos (junio- agosto) del 51 y el 53 d. C. «Pablo habiéndose detenido aún muchos días allí» (vers. 18) partió para Palestina. En armonía con esta comprobación, el regreso de Pablo de su segundo viaje misionero puede ubicarse aproximadamente en el año 52 d. C.

Antes de comenzar su tercer viaje misionero, que probablemente se extendió desde el año 53 al 58 d. C., Pablo pasó otra vez «algún tiempo» en Antioquía (cap. 18: 23). Después viajó por Galacia y Frigia, y prosiguió a Efeso, donde pasó «tres años» (cap. 20: 31). Después pasando por Macedonia, llegó a Grecia donde estuvo tres meses (vers. 3), y regresando por Macedonia aproximadamente durante el tiempo de la pascua en la primavera (marzo-abril), fue a Troas, en el Asia Menor, de donde viajó por mar a Mileto y de allí a Palestina, adonde llegó aproximadamente a mediados de junio, a tiempo para la celebración de Pentecostés, quizá en el año 58 d. C. Pablo fue atacado en Jerusalén por una turba y puesto en prisión, y poco después fue llevado a Cesarea en donde permaneció «dos años» (cap. 24: 27), hasta que Festo, poco después de su llegada (c. 60 d. C., ver p. 102), lo envió a Roma para que compareciera ante César. Pablo y los que iban con él viajaron por mar en el otoño (septiembre-noviembre), pero no completaron su travesía pues naufragaron y se vieron obligados a invernar en la isla de Malta (cap. 27: 12, 14-44; 28: 1). «Pasados tres meses» (cap. 28: 11) pudieron continuar su viaje, y llegaron a Roma quizá a principios de la primavera (marzo-mayo) siguiente, en el año 61 d. C. Pablo estuvo preso unos dos años en Roma. En vista de que Lucas presenta ese período como «dos años enteros» (cap. 28: 30), probablemente se trató de algo más de dos años, y tal vez fue del 61 al 63 d. C.

En este punto concluye el registro de los Hechos, y la cronología siguiente sólo se puede trazar mediante conjeturas que dependen de pruebas circunstanciales que se hallan en epístolas posteriores de Pablo. Dos epístolas, 1 Timoteo y Tito, presentan un esquema de viajes de Pablo y de sus compañeros de viaje que no se ajusta con el desarrollo del relato de los Hechos. Por eso es razonable llegar a la conclusión de que Pablo fue dejado en libertad después de «dos años enteros» de encarcelamiento en Roma, y que los viajes registrados en esas dos epístolas acontecieron después de que fue dejado libre. No podemos determinar cuánto tiempo estuvo en libertad. Si fue liberado en el año 63 d. C., podría haber estado lejos de la ciudad durante la persecución de Nerón que siguió al gran incendio de Roma en julio del año 64 d. C. Durante ese período sus viajes lo llevaron por lo menos a Creta (Tito 1: 5) y a Efeso (1 Tim. 1: 3); probablemente a Macedonia (1 Tim. 1: 3) y a Grecia (2 Tim. 4: 20), y quizá a España (Rom. 15: 24, 28; cf. con la tradición registrada por Clemente de Roma, de que Pablo llegó al «límite del oeste» [Primera epístola de Clemente a los corintios 51]). Durante esos viajes Pablo sin duda fue una vez más arrestado, quizá en Troas (2 Tim. 4: 13), y se lo llevó a Roma. En 2 Tim. aparece como preso en esa ciudad, y esta vez esperaba morir pronto (cap. 4: 6). Es de suponer que su sentencia de muerte no habría ocurrido sin otra audiencia ante Nerón, y como éste salió de Roma en septiembre del año 66 d. C. para visitar Grecia, el juicio de Pablo pudo haber ocurrido poco antes de esa fecha. Es razonable ubicar su muerte poco después, quizá en el año 67 d. C.

Cronología aproximada de los Hechos

d. C.
31 Crucifixión, ascensión, Pentecostés.
34 Esteban apedreado; la iglesia perseguida; el Evangelio

llevado a Samaria.
35 Conversión de Pablo.
35-38 Pablo en Damasco y en Arabia.
38 Pablo escapa de Damasco durante el reinado de Aretas;

visita a Jerusalén «pasados tres años» (Gál. 1: 18); va a Tarso.
44 Jacobo, hermano de Juan, es martirizado; Pedro encarcelado en

el tiempo de la pascua; muere Agripa I.
44-45 Bernabé trae a Pablo a Antioquía; Pablo queda allí

«todo un año» (Hech. 11:26).
45 Bernabé y Pablo llevan la ayuda a los afectados por el hambre

en Jerusalén.
45-47 Primer viaje misionero de Pablo; a su regreso permanece

en Antioquía «mucho tiempo» (Hech. 14: 28).
49 Concilio de Jerusalén, «pasados catorce años» (Gál. 2: 1).
49 Pablo comienza su segundo viaje misionero; predica

en Frigia, Galacia, y entra en Europa.
51 Pablo llega a Corinto, y queda allí un año y medio.
52 Fin del segundo viaje misionero; Pablo permanece

«algún tiempo» en Antioquía (Hech. 18: 23).
53-58 Tercer viaje misionero de Pablo; viaja por Asia Menor;

permanece tres años en Efeso; viaja por macedonia; permanece

tres meses en Corinto.
58-60 Pablo encarcelado en Cesarea por «dos años» (Hech. 24: 27);

sale entre septiembre y noviembre.
60-61 Pablo viaja a Roma; llega entre marzo y mayo.
61-63 Pablo permanece preso en Roma por «dos años enteros» (Hech. 28: 30).
63-66 Pablo viaja por Creta, Asia Menor y Macedonia.
67 Muerte de Pablo.

 

 

 


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