El don de profecía, tema 18

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DECLARACIONES ATRIBUÍDAS A ELENA G. DE WHITE

Las declaraciones de personas muy conocidas a menudo son distorsionadas y con frecuencia algunas declaraciones de otras personas les son atribuidas como si ella las hubiera dicho. Casi desde el mismo comienzo del ministerio de Elena de White, ha habido declaraciones incorrectamente atribuidas a ella. Materiales deliberada y maliciosamente seleccionados, o inadvertidos le han sido adjudicados.

Podemos reconocer como genuino o auténtico, únicamente aquellos materiales que fueron creados por la pluma de Elena de White y que ella pidió que fueran publicados.

A continuación listamos algunas de estas declaraciones que con frecuencia son motivo de indagaciones por parte del público. Están agrupados del 1-5 de acuerdo al grado de frecuencia con que llegan al Patrimonio White.

I. Testimonios dependientes únicamente en la memoria

Una comida de sábado en otro planeta

El informe, basado únicamente en la memoria de una persona, de que la señora White cierta vez estando a la mesa en una comida declaró que los habitantes de otros mundos

están juntando frutos para dar de comer a los santos que estarán siendo trasladados en ruta al cielo, carece de apoyo fidedigno. La afirmación de que tales palabras fueron copiadas estenográficamente, es sin fundamento. Elena de White hace solo una referencia simple en Primeros escritos, página 16, donde dice: “Por siete días ascendimos hasta el mar de vidrio”.

Ninguna mención hace de que pasaron un sábado en ruta al cielo y que fueron invitados a comer en algún mundo.

Autora de los Comentarios sobre Daniel y Apocalipsis

Uno de los primeros ministros dijo haber sido testigo de la declaración que Elena de White había hecho al decir que vio a un ángel parado junto al pastor Urías Smith inspirándolo mientras él escribía sus Comentarios sobre Daniel y Apocalipsis.

Esta afirmación es seriamente cuestionada por los hechos históricos.

Este informe es completamente contrario a la declaración auténtica de Elena de White que dice que ella no pondría en la lista de libros inspirados los libros del pastor Urías Smith. Sin embargo, la señora White tenía en alta estima este libro y lo recomendaba libremente.

El Colportor Evangélico, página 123: Para hacer circular El conflicto de los siglos, Patriarcas y profetas, El Deseado de todas las gentes, Daniel y Apocalipsis y otros libros de igual tenor, deben conseguirse colportores que tengan un sentido del valor de los temas tratados por estas obras, y una comprensión de la tarea que ha de ser hecha para interesar a la gente en la verdad. 

Identidad de Melquisedec

Existen informes de personas que declaran haber oído a la Sra. White decir que Melquisedec era el Espíritu Santo. No hay apoyo en sus escritos para tal declaración. Elena de White jamás identificó al Espíritu Santo con Melquisedec. Lea sus declaraciones que aparecen en el Comentario Bíblico Adventista, volumen 1, página 1107: Fue Cristo el que habló mediante Melquisedec, el sacerdote del Dios altísimo. Melquisedec no era Cristo, sino la voz de Dios en el mundo, el representante del Padre.

Escondrijos en las montañas para el tiempo de angustia

La afirmación de que Elena de White señaló un lugar particular en cierta montaña como un seguro escondite para el tiempo de angustia, no tiene ningún apoyo cierto en sus escritos publicados o no publicados.

 La obra se concluirá primero en el sur.

Se informa que Elena de White en cierta ocasión dijo que la obra de la iglesia se terminaría primero en el sur de los Estados Unidos. Si la declaración fue hecha de manera oral, por lo menos no se ha encontrado ningún apoyo en sus escritos publicados o no publicados.

II. Por asociación de ideas

Con frecuencia circulan informes que tienen su base en lo que podría denominarse una

asociación de ideas. Veamos algunos de estos casos:

El estatus de los estudiantes que se preparan para servir en la obra de Dios

Muchos creen que la señora White enseñó que “si el Señor viniera mientras los jóvenes se están preparando en los colegios, su entrenamiento se tomaría como si ya estuviesen trabajando en el campo de labor”. No hay un registro escrito que apoye esta declaración. Esta idea probablemente pudo haber surgido por asociación de ideas con la que encontramos en El Deseado de todas las gentes, página 55 donde dice: “Estaba (Jesús) haciendo el servicio de Dios tanto cuando trabajaba en el banco del carpintero como cuando hacía milagros para la muchedumbre. Y todo joven que siga fiel y obedientemente el ejemplo de Cristo en su humilde hogar, puede aferrarse a estas palabras que el Padre dijo de él por el Espíritu Santo: ‘He aquí mi siervo, yo le sostendré; mi escogido, en quien mi alma toma contentamiento’.

La legalización del licor y las leyes dominicales

Declaraciones que directamente ligan el repudio a la enmienda que prohibía el alcohol en la Constitución de los Estados Unidos, con la aprobación de una ley nacional para la observancia del domingo, son sin fundamento. Esto debe estar asociado con una declaración general que se halla en Patriarcas y profetas, página 186, en donde se señala la atrevida impiedad de los legisladores en todas partes, quienes promulgan “leyes para salvaguardar la supuesta santidad del primer día de la semana”, y que al mismo tiempo harán leyes que legalicen el tráfico del alcohol.

Blancos específicos de desastres inminentes

Informes que dicen que Elena de White identificó áreas específicas como blancos o epicentros para terremotos, incendios, maremotos y hundimientos en el mar o invasiones del enemigo, son sin fundamento, y deben surgir por una asociación de ideas con otras declaraciones más generales halladas en los libros de Elena de White que tratan acerca de desastres futuros. Por ejemplo, incendios en la ciudad de Nueva York se halla en Testimonios para la iglesia, tomo 9, página 12. Respecto a destrucciones futuras de ciudades, y el consejo que se da a los adventistas para que no construyan instituciones cerca de la ciudad de Los Ángeles, véase Notas biográficas, páginas 411-414, donde hay declaraciones que ligan áreas específicas con predicciones de desastres.

Eventos de los Ultimos Días, página 25: En incendios, inundaciones, terremotos, en la furia de las grandes profundidades, en calamidades por mar y tierra, se da la advertencia de que el Espíritu de Dios no contenderá para siempre con el hombre.—Manuscript Releases 3:315 (1897).

Antes de que el Hijo del hombre aparezca en las nubes del cielo todo estará convulsionado en la naturaleza. Rayos del cielo unidos con el fuego interno de la tierra harán que las montañas ardan como un horno y que hagan fluir sus torrentes de lava sobre aldeas y ciudades.

Eventos de los Ultimos Días, página 116: No tengo luz en particular respecto a lo que viene sobre Nueva York; sólo sé que un día los grandes edificios serán derribados por el poder trastornador de Dios… La muerte llegará a todas partes. Esta es la razón por la cual me siento tan ansiosa de que nuestras ciudades sean amonestadas.—RH, 5 de julio de 1906.

Estando en Nueva York en cierta ocasión, se me hizo contemplar una noche los edificios que, piso tras piso, se elevaban hacia el cielo. Esos inmuebles que eran la gloria de sus propietarios y constructores eran garantizados incombustibles…

La siguiente escena que pasó delante de mí fue una alarma de incendio. Los hombres miraban a esos altos edificios, reputados incombustibles, y decían: “Están perfectamente seguros”. Pero estos edificios fueron consumidos como la pez. Las bombas contra incendio no pudieron impedir su destrucción. Los bomberos no podían hacer funcionar sus máquinas.—Joyas de los Testimonios 3:281-282 (1909).

Eventos de los Ultimos Días, página 117: Se dio una advertencia similar respecto a construir en Los Angeles. Repetidamente se me ha instruido que no debemos invertir recursos en la construcción de edificios costosos en las ciudades.—The Paulson Collection of Ellen G. White Letters, 50 (1906).

III. Extractos tomados fuera de su contexto

Con frecuencia la gente basa su comprensión de las enseñanzas de Elena de White sobre fragmentos de una oración, o sobre una declaración aislada, que ha sido separada de su contexto. Escribiendo de ciertos individuos que hacían mal uso de sus escritos dijo: “Toman una declaración aquí y allá y la aplican de acuerdo a sus ideas” (1 M. S., p. 44).

Sucesos a la media noche

Algunos equivocadamente piensan que Elena de White indicó que Cristo vendrá a la medianoche. Una lectura cuidadosa de sus declaraciones en Primeros escritos, página 285 y en El conflicto de los siglos páginas 694 y 695, revela que será a media noche cuando el pueblo será liberado del decreto de muerte, y que los eventos de esa hora se sucederán con rapidez, hasta que, de acuerdo a lo que se lee en la pluma inspirada.

El conflicto de los siglos página 694-695: Es a medianoche cuando Dios manifiesta su poder para librar a su pueblo. Sale el sol en todo su esplendor. Sucédense señales y prodigios con rapidez. Los malos miran la escena con terror y asombro, mientras los justos contemplan con gozo las señales de su liberación. La naturaleza entera parece trastornada. Los ríos dejan de correr. Nubes negras y pesadas se levantan y chocan unas con otras. En medio de los cielos conmovidos hay un claro de gloria indescriptible, de donde baja la voz de Dios semejante al ruido de muchas aguas, diciendo: “Hecho es”. Apocalipsis 16:17.

Esa misma voz sacude los cielos y la tierra. Síguese un gran terremoto, “cual no fue jamás desde que los hombres han estado sobre la tierra”. Vers. 18. El firmamento parece abrirse y cerrarse.

La gloria del trono de Dios parece cruzar la atmósfera. Los montes son movidos como una caña al soplo del viento, y las rocas quebrantadas se esparcen por todos lados. Se oye un estruendo como de cercana tempestad. El mar es azotado con furor. Se oye el silbido del huracán, como voz de demonios en misión de destrucción. Toda la tierra se alborota e hincha como las olas del mar. Su superficie se raja. Sus mismos fundamentos parecen ceder. Se hunden cordilleras. Desaparecen islas habitadas. Los puertos marítimos que se volvieron como Sodoma por su corrupción, son tragados por las enfurecidas olas. “La grande Babilonia vino en memoria delante de Dios, para darle el cáliz del vino del furor de su ira”. Vers. 19. Pedrisco grande, cada piedra, “como del peso de un talento” (Vers. 21), hace su obra de destrucción. Las más soberbias ciudades de la tierra son arrasadas. Los palacios suntuosos en que los magnates han malgastado sus riquezas en provecho de su gloria personal, caen en ruinas ante su vista. Los muros de las cárceles se parten de arriba abajo, y son libertados los hijos de Dios que habían sido apresados por su fe.

Los sepulcros se abren y “muchos de los que duermen en el polvo de la tierra serán despertados, unos para vida eterna, y otros para vergüenza y confusión perpetua”. Daniel 12:2. Todos los que murieron en la fe del mensaje del tercer ángel, salen glorificados de la tumba, para oír el pacto de paz que Dios hace con los que guardaron su ley. “Los que le traspasaron” (Apocalipsis 1:7), los que se mofaron y se rieron de la agonía de Cristo y los enemigos más acérrimos de su verdad y de su pueblo, son resucitados para mirarle en su gloria y para ver el honor con que serán recompensados los fieles y obedientes.

Primeros Escritos, página 285: Dios escogió la media noche para libertar a su pueblo. Mientras los malvados se burlaban en derredor de ellos, apareció de pronto el sol con toda su refulgencia y la luna se paró. Los impíos se asombraron de aquel espectáculo, al paso que los santos contemplaban con solemne júbilo aquella señal de su liberación. En rápida sucesión se produjeron señales y prodigios. Todo parecía haberse desquiciado. Cesaron de fluir los ríos. Aparecieron densas y tenebrosas nubes que entrechocaban unas con otras. Pero había un claro de persistente esplendor de donde salía la voz de Dios como el sonido de muchas aguas estremeciendo los cielos y la tierra. Sobrevino un tremendo terremoto. Abriéronse los sepulcros y los que habían muerto teniendo fe en el mensaje del tercer ángel y guardando el sábado se levantaron, glorificados, de sus polvorientos lechos para escuchar el pacto de paz que Dios iba a hacer con quienes habían observado su ley.

El firmamento se abría y cerraba en violenta conmoción. Las montañas se agitaban como cañas batidas por el viento, arrojando peñascos por todo el derredor. El mar hervía como una caldera y lanzaba piedras a la tierra. Al declarar Dios el día y la hora de la venida de Jesús y conferir el sempiterno pacto a su pueblo, pronunciaba una frase y se detenía mientras las palabras de la frase retumbaban por toda la tierra. El Israel de Dios permanecía con la mirada fija en lo alto, escuchando las palabras según iban saliendo de labios de Jehová y retumbaban por toda la tierra con el estruendo de horrísonos truenos. Era un espectáculo pavorosamente solemne.

 Huevos sobre su mesa

La declaración se toma de Testimonios para la iglesia, volumen 2, página 400, donde dice: “Los huevos jamás deberán hallarse en su mesa”.

El contexto de este párrafo y el marco del capítulo, ha llevado a algunos a distorsionar el concepto de la posición que Elena de White presenta claramente en El ministerio de curación página 246 y en Testimonios para la iglesia volumen 7, página 135, donde ella reconoce lo conveniente del uso de los huevos en la dieta.

Elena de White y los 144,000 sellados

En ninguno de los escritos de Elena de White hay una declaración que indique que la Sra. White será uno de los 144,000 señalados. De acuerdo a lo que se halla en Primeros Escritos, página 40, el ángel le dijo mientras estaba en visión visitando otros planetas y deseando permanecer allí, que “…si eres fiel, tendrás, con los 144,000, el privilegio de visitar todos los mundos y ver la obra de las manos de Dios” (PE 39.3)

IV. Escritos falsamente atribuidos a Elena G. de White

A través de los años, algunos adventistas del séptimo día han copiado y usado párrafos escogidos de los escritos publicados de Elena de White en la Revista Adventista y en otras publicaciones adventistas. Algunos también han copiado declaraciones escogidas escritas por otros, sin darse cuenta de quién es el autor, y equivocadamente los han atribuido a la señora White. Proverbios y dichos a menudo citados, le han sido erróneamente atribuidos.

Señales que indican el cierre de la gracia

Una declaración publicada que apareció en un suplemento de la Revista Adventista (en inglés) el 21 de junio de 1898, dice que una oscuridad literal cubrirá la tierra como una señal para el pueblo de Dios de que el tiempo de gracia se ha terminado, ha sido erróneamente acreditado a la Sra. White. En verdad fue escrito por un ministro adventista.

Tal enseñanza es contraria a sus declaraciones hechas en El conflicto de los siglos página 673: donde dice: “Así también, cuando la decisión irrevocable del santuario haya sido pronunciada y el destino del mundo haya sido determinado para siempre, los habitantes de la tierra no lo sabrán”. (EUD 196)

Ángeles reacondicionan el ambiente y cambian las circunstancias

La declaración de que las oraciones por las “almas que no tienen interés”, están siendo acumuladas en el altar del cielo, y que serán contestadas antes que el incensario sea puesto a un lado, no son de la pluma inspirada de Elena de White. Son expresiones del pastor Esteban N. Haskell, y se hallan en la página 147 de su libro titulado Historia del vidente de Patmos.

La última obra mediadora de Cristo

Una declaración atribuida a la señora White y que está sustentada por referencias fidedignas como las halladas en la Revista Adventista de 1890, 1898 y 1912, donde se lee que la última obra mediadora de Cristo será a favor de los jóvenes adventistas que han abandonado el rebaño. Esta declaración no se ha podido hallar en ninguno de los escritos de la Sra. White.

Lo único que se halla y que pertenece a Elena de White es lo que ella dice en Testimonios para la Iglesia, tomo 6, página 401 y que dice: “Cuando la tormenta de la persecución se desate sobre nosotros… muchos que han abandonado el rebaño regresarán para seguir al gran Pastor”.

Así, pues, la declaración ampliamente atribuida a la Sra. White debe haber sido escrita por algún otro autor.

Consejos sobre vivir y hacer planes

Es sumamente interesante que el consejo sobre que debemos vivir “como si tuviéramos 1000 años por delante y estar preparados como si fuéramos a morir mañana”, cuyo origen se halla en los escritos de la madre de Ann Lee, se le adjudique a Elena G. de White.

Un pensamiento escrito por ella dice en A fin de conocerle, página 360: “Pensamos: ¡Si tan sólo conociéramos el futuro!”. Pero Dios quiere que sus hijos confíen en él, y estén listos para ir donde él los conduzca. No sabemos el tiempo preciso cuando nuestro Señor se manifestará en las nubes de los cielos, pero él nos ha dicho que nuestra única seguridad está en estar preparados constantemente, velando y esperando. Sea que tengamos por delante un año, o cinco, o diez, debemos ser fieles a nuestra creencia. Debemos realizar los deberes diarios tan fielmente como si fuera el último día que vivimos”.

Sobre la importancia de estudiar el tema de los 144,000 señalados

Un párrafo tomado de una carta de una de las secretarias de Elena de White, en la cual expresa su opinión sobre la importancia de estudiar el tema de los 144,000, ha sido presentado en ciertas obras publicadas, como una declaración de la señora White.

 En el Manuscrito 26 de 1901, Elena de White declara: “No es el plan divino que sus hijos presenten algo que no sea más que suposiciones, algo que no está enseñado en la Palabra. No es la voluntad de Dios que entren en disputas por cuestiones que no los ayudarán espiritualmente, como ¿quiénes formarán parte del grupo de los 144.000? Esto lo sabrán dentro de poco, sin sombra de duda, los elegidos de Dios”.

Nótese que la Sra. White aconseja no dedicar tiempo a determinar “quiénes” serán los 144,000 señalados, puesto que la Biblia no se detiene a definir eso. Sin embargo, la Biblia sí describe las características del “carácter” de los que formarán parte de ese grupo selecto.

Eso sí debemos estudiar y asegurarnos que lo comprendemos con claridad, para poder

aspirar a tener semejante carácter y formar parte de ese grupo privilegiado.

La oración es la solución a cada problema de la vida

Un párrafo respecto al poder de la oración que comienza: “La oración es la respuesta a cada problema de la vida”… no es de Elena de White, sino de un autor desconocido citado en un artículo que apareció en la Review y Herald de octubre 7 de 1865.

La declaración como usualmente circuló, tiene la fecha incorrecta del 7 de octubre de 1865.

Para una cita sobre la oración de Elena de White, en El camino a Cristo, página 100 indica: “Presentad a Dios vuestras necesidades, tristezas, gozos, cuidados y temores… No hay en nuestra experiencia ningún pasaje tan oscuro que él no pueda leer, ni perplejidad tan grande que no la pueda desenredar. Ninguna calamidad puede acaecer al más pequeño de sus hijos, ninguna ansiedad puede asaltar al alma, ningún gozo alegrar, ninguna oración sincera que escape de los labios, sin que el Padre celestial la note, sin que tome en ello un interés inmediato”.

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Los adventistas del séptimo día deben abandonar con urgencia los Estados Unidos

Una declaración de que “vendrá el día, y no está muy lejos, cuando cada Adventista del Séptimo Día deseará… no vivir en los Estados Unidos”, ha sido incorrectamente atribuida a Elena de White.

Tal frase es parte de un sermón de Alonso T. Jones, publicado en el Boletín de la Asociación General, el 16 de abril de 1901, páginas 265-266.

V. Declaraciones que son pura ficción

Apostasía de iglesias y asociaciones completas entre los adventistas del séptimo día.

Que la Sra. White predijo la apostasía de iglesias y asociaciones completas entre los adventistas del séptimo día es sin fundamento. Por favor lea la declaración concerniente al zarandeo que se halla en Primeros escritos, páginas 269 al 273; y en Testimonios para la iglesia volumen 8, página 41 donde se hallan las siguientes palabras: Compañía tras compañía del ejército del Señor se unían al enemigo y tribu tras tribu de las filas del enemigo, se unían con el pueblo de Dios que guarda sus mandamientos”.

Actitudes hacia los pastores A. T. Jones y E. J. Waggoner

La declaración atribuida a Elena de White en la que compara el rechazo hecho a los pastores Jones y Waggoner durante y después del congreso de 1888, con el rechazo a Josué y Caleb, no es parte de los escritos de Elena de White. Es producto de la pluma de otro autor, cuya identidad se desconoce.

El rechazo del mensaje del Fuerte pregón.

No se halla en los escritos de Elena de White una declaración que diga que el mensaje del ángel de Apocalipsis 18 será rechazado y ridiculizado por la mayoría. Hay, sin embargo, ciertas expresiones paralelas en Testimonios para los ministros, páginas 468 y 469.

Partido político o apellido del último presidente de los Estados Unidos

Se tienen informes de que Elena de White indicó directa o indirectamente el apellido o el partido político al cual pertenecerá el último presidente de los Estados Unidos cuando tengan lugar los últimos acontecimientos de la historia de la tierra. Esto es sin fundamento y pura ficción.

Francia y la libertad religiosa

Se dice que Elena de White menciona a Francia como el último reducto de la libertad religiosa. Tal declaración no puede ser constatada en sus escritos.


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