Capítulo 1: El preámbulo de Deuteronomio

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Capítulo 1

EL PREAMBULO DE DEUTERONOMIO

La historia es importante, pero es más que conocer los hechos: es entender su significado. La historia consiste en reconocer las corrientes de pensamiento, discernir los movimientos en el tiempo y comprender nuestras raíces y nuestra herencia. Nos ayuda a comprender los acontecimientos y nos muestra el camino a seguir. La historia sagrada es todavía más relevante que la historia secular, ya que, por medio de ella, reconocemos la intervención de Dios, su amor y dirección. De este modo, se fortalece nuestra confianza en él y crece nuestra fe. Al reconocer los actos poderosos de Dios en nuestra historia pasada, recibimos la seguridad de que él cuidará de nosotros en el futuro. Aunque no conozcamos el futuro, conocemos a Aquel que sostiene el futuro, y podemos confiar plenamente en él. Por eso la famosa declaración de Elena de White es tan reconfortante e instructiva: «No tenerlos nada que temer del futuro, a menos que olvidemos la manera en que el Señor nos ha conducido, y lo que nos ha enseñado en nuestra historia pasada».1

Cuando no aprendemos del pasado, en el ámbito personal y social, estamos condenados a repetir los mismos errores.

Sin una comprensión de la historia humana, vivimos el día a día sin orientación en el tiempo y ni dirección. La Biblia subraya que los que carecen de entendimiento perecerán (Sal. 49:20). El profeta Oseas lo confirma: «El pueblo sin entendimiento caerá» (Ose. 4:14). Cuando el pueblo de Dios carece de memoria, pierde el sentido del tiempo, el rumbo, el sentido de la vida y conocimiento (ver más sobre este punto en el capítulo 10). A medida que aprendemos más del pasado, podemos discernir el glorioso propósito de Dios para nuestra vida: «Dios nunca conduce a sus hijos de otra manera que la que ellos elegirían si pudiesen ver el fin desde el principio, y discernir la gloria del propósito que están cumpliendo como colaboradores suyos».2

ANTECEDENTES HISTÓRICOS

Las primeras palabras del libro de Deuteronomio presentan los antecedentes históricos de los acontecimientos que siguen. Cabe señalar que el libro de Deuteronomio3 no es una repetición de la ley de Dios previamente mencionada en el Pentateuco, ni es una segunda ley o una ley adicional. Más bien, es una interpretación, expansión y adaptación de las instrucciones de Dios a la nueva situación de su pueblo en su transición de una vida nómada en el desierto a un estilo de vida más urbano y estable en la tierra que el Señor les había prometido (Gén. 12:1-3,7; 13:14- 17; I5:18,19; Éxo. 3:8; 6:8; Deut. 1:7,8). La ley de Dios debía aplicarse ahora en la nueva ubicación de Israel.

El escritor bíblico coloca al lector en un contexto histórico y un periodo de tiempo concretos para transmitir con fidelidad el mensaje del libro. Deuteronomio 1:1 afirma: «Estas son las palabras que Moisés dirigió a todo Israel en el desierto al este del Jordán, es decir, en el Arabá, frente a Suf» (NVI). Cuarenta años después de salir de Egipto y de peregrinar por el desierto, los israelitas se encuentran en las llanuras de Moab, a punto de entrar en la Tierra Prometida. Durante las últimas semanas de su vida terrenal, Moisés presenta importantes mensajes al pueblo de Dios: «A los cuarenta años, el primer día del undécimo mes, Moisés habló a los hijos de Israel conforme a todas las cosas que Jehová le había mandado» (vers. 3). Corre el año 1410 a. C. Consideremos por; un momento este relato desde una perspectiva histórica más amplia.

EL GRAN CONFLICTO

Como adventistas del séptimo día, nuestra comprensión del mensaje bíblico se basa en el reconocimiento de que existe una feroz batalla entre Cristo y-Satanás, el bien y el mal, la luz y las tinieblas. Esta guerra espiritual que comenzó en el cielo es parte fundamental de nuestra teología.4 Y dado que este conflicto cósmico revela como nunca antes el carácter de Dios, la piedra angular y la verdad que abarca todo nuestro sistema teológico es que Dios es amor (Deut. 7:8; i Juan 4:16). La verdadera batalla consiste en comprender quién es Dios. La pregunta es: ¿En quién vamos a confiar? ¿Aceptaremos con amor las palabras de Dios, o creeremos la propaganda del diablo, sus mentiras y verdades a medias?

Esta guerra espiritual inició en el cielo con Lucifer, un querubín protector, la criatura más bella, sabia y perfecta de todos los seres que Dios había creado (Isa. 14:12; Eze. 28:12-i5).s Después de algún tiempo (no sabemos exactamente cuándo), acusó a Dios de no ser amoroso, justo y equitativo, sino un tirano que restringe nuestra libertad con mandamientos estrictos y exigencias de obediencia absoluta (Gén. 3:1-10). De este modo, el querubín que debía salvaguardar la ley de Dios, resguardar su gobierno y mantener el orden (en el santuario, los querubines estaban en el Lugar santísimo sobre el propiciatorio y el arca del pacto con el Decálogo) se convirtió en Satanás, aquel que comenzó a destruir la paz, la armonía y el gozo en el cielo. Su orgullo y egoísmo arruinaron lo que era bueno, significativo y hermoso. Como archienemigo de Dios, trajo el caos y el desorden. Él trasladó el gran conflicto a la Tierra, cuando Adán y Eva rompieron su relación con Dios, al creer las mentiras de Satanás en lugar de confiar en su amoroso Señor (Gén. 3:1- 10). Usurpó a Adán como gobernante de la Tierra hasta que Jesús se hizo nuestro representante como Hijo del hombre y segundo Adán (Dan. 7:13,14; Juan 12:31; 16:11; 1 Cor. 15:22, 45). En el centro del gran conflicto se levantan preguntas sobre Dios, la comprensión de sus acciones y la lealtad de los creyentes a él y a su ley. La metanarrativa de la rebelión de Satanás contra Dios ofrece una importante visión de la enseñanza bíblico-teológica en general (Job 1; 2; Isa. 14:12- 15; Eze. 28:11-19; Mat. 4:1-11; Luc. 10:18; Juan 8:44; Apoc. 12:4-17).4Estudiosos no adventistas también han reconocido esta guerra espiritual5 que tiene dimensiones cósmicas.6 Por lo tanto, el gran conflicto no solo es cuestión del día correcto de adoración, o la adoración en sí misma, sino del carácter de Dios y quién es él. El Dios vivo es un Dios de amor, verdad y justicia; de hecho, son precisamente estos atributos los que nos llevan a respetarlo, amarlo y rendirle toda nuestra adoración.

LA HISTORIA DEL PENTATEUCO

 Los cinco libros de Moisés desarrollan la historia de muchos años. Comenzando con la Creación, cuando todo estaba en perfecta armonía, cuentan la historia de la entrada del pecado y las luchas de la humanidad contra el mal, culminando con la preparación de Israel para entrar en la Tierra Prometida. De este modo, el Pentateuco puede resumirse en siete períodos históricos:

1. La historia primitiva: desde la Creación hasta Abraham (Gén. 1-11).

 2. La historia patriarcal: período de Abraham, Ismael, Isaac, Esaú, Jacob y José (Gén. 12-50).

3. El período en Egipto: desde José hasta las diez plagas de Egipto (Éxo. 1:1-12:30).

4. La historia del éxodo: el viaje de Egipto al Sinaí, un período de casi tres meses (Éxo. 12:31- 18:27).

5. La historia del Sinaí: describe la estancia de casi un año en el monte de Dios (Éxo. I9:1-Núm. 10:10).

6. Los años en el desierto: treinta y ocho años de peregrinación (Núm. 10:11-21:35).

7. El período sobre las llanuras de Moab: cubre los últimos meses de la vida de Moisés (Núm. 22- Deut. 34).

Es importante reconocer que en el centro de la narrativa del Pentateuco está la historia del éxodo. El éxodo de Egipto es el acontecimiento por excelencia en el Antiguo Testamento (así como de la historia de la humanidad), en el que un pueblo fue liberado milagrosamente del dominio de otra nación. Hasta donde sabemos, esto ocurrió en el año 1450 a. C. y demuestra cómo Dios liberó milagrosamente a Israel de Egipto con su poderosa mano. Abrió el mar Rojo para darles la libertad y así realizó uno de los milagros más destacados de la historia. Esta gran intervención de Dios era un modelo de cómo Dios planeaba conducir a su pueblo a la Tierra Prometida. El pueblo no tendría que luchar en ninguna batalla, porque el Señor lucharía por ellos y les daría un nuevo lugar para vivir (Éxo. 14:13,14).

Es interesante que la historia primitiva narrada en los primeros once capítulos del libro de Génesis describa un largo período que abarca varios milenios: desde la Creación hasta Abraham, que nació en 2170 a. C. según el texto masorético (contado según la cronología larga) o en 1955 a. C. (contado según la cronología corta). El siguiente periodo histórico, la era patriarcal, relata los acontecimientos desde Abraham hasta José, abarcando aproximadamente trescientos años. El período en Egipto describe acontecimientos que van desde la muerte de José, la esclavitud de Israel, el nacimiento y el llamamiento de Moisés, hasta las diez plagas de Egipto (Éxo. 1- 12), abarcando la historia de más de doscientos años.

La historia del Éxodo es un periodo de tiempo corto (aproximadamente dos meses de duración; ver Éxodo 12 al 18), pero muy significativo, que toma lugar en el año 1450 a. C.7 La historia del Sinaí describe acontecimientos de casi un año (Éxo. 19:1; Núm. 10:11-13). Sin embargo, este año ocupa la parte más larga del Pentateuco, lo que revela que Moisés se centró en este período (Éxo. 19 a Núm. 10:10). El siguiente período, los años en el desierto, describe la peregrinación de Israel en el desierto durante treinta y ocho años. La última parte histórica del Pentateuco relata la estancia de Israel en las llanuras de Moab y describe el último año de la vida de Moisés como líder de Israel.

LA BIOGRAFÍA DE MOISÉS

 El libro de Deuteronomio es la biografía de despedida de Moisés, quien fue el líder y profeta por antonomasia de Israel. Es la culminación de lo descrito anteriormente en los libros de Éxodo, Levítico y Números, y presenta los acontecimientos de los dos últimos meses de la vida de Moisés. Sus últimas palabras son significativas y, mediante sus discursos en Deuteronomio, pretende renovar el pacto entre Dios y su pueblo. De este modo, prepara a Israel para vivir en la Tierra Prometida.

El libro de Deuteronomio es la historia de cómo Dios trabaja pacientemente con su pueblo, utilizando a Moisés para ayudarles a andar por el camino correcto. Esta historia comienza con los israelitas acampando en las llanuras de Moab, listos para entrar en Canaán. Durante cuarenta años Moisés los ha guiado, pero no los conducirá a su nuevo hogar. En su lugar, pronuncia tres apasionados discursos a Israel. En estos discursos, aborda los aspectos más relevantes que el pueblo de Dios necesita conocer y observar cuando entren al nuevo territorio. La narración del libro continúa con la explicación de la legislación necesaria en la Tierra Prometida. Presenta la renovación del pacto, el cambio de liderazgo, el cántico de Moisés y las bendiciones sobre las tribus israelitas. Concluye con la muerte de Moisés. Aunque la historia cubre una parte de la vida de Moisés y la experiencia del pueblo de Dios, la narración trata principalmente de Dios y de cómo él cuida de su pueblo. En sus sermones, Moisés repasa la dirección de Dios en la historia de Israel, exponiendo sus leyes, su amor y su fidelidad. Tras la muerte de Moisés, el libro de Josué retoma la historia y narra la conquista y distribución de la Tierra Prometida.

La gloriosa historia de la conducción de Dios es impresionante. Israel es testigo de su providencia durante las diez plagas, el éxodo de Egipto, la derrota del poderoso Faraón y su ejército, el cruce del mar Rojo y la entrega del Decálogo en el Sinaí. Dios es claramente el Señor que interviene en nuestra historia, mezclando su misericordia con el juicio. Demuestra que es el Dios del amor, de verdad y de justicia, y nos da confianza para afrontar un mañana incierto.

1 Elena de White, Notas biográficas de Elena 6. de White (Florida, Buenos Aires: Asociación Casa Editora Sudamericana, 2013), p. 193.

2 Elena de White, El Deseado de todos las gentes (Florida, Buenos Aires: Asociación Casa Editora Sudamericana, 2008), p. 202.

3 El nombre del libro de Deuteronomio viene de la palabra griega deutero-nomion (una composición de dos palabras: deuteros y nomos), que significa «segunda ley» o «repetición de la ley», tal como aparece en la Septuaginta. Sin embargo, esta es una traducción Inexacta de la frase hebrea mishneh hotoroh, que significa «copla del libro» o «copia de la ley» (Deut. 17:18). Este título engañoso da la Impresión de que el libro trata de la ley y que Moisés es un legislador. Por lo tanto, estas afirmaciones resultan confusas. En el canon hebreo, el libro lleva el título elleh hadevarím, en español: «Estas son las palabras» (Deut. 1:1). Ver especialmente los cinco volúmenes de la Serie El Gran Conflicto de Elena de White: Patriarcas y profetas (Florida, Buenos Aires: Asociación Casa Editora Sudamericana, 2015); Profetas y reyes (Florida, Buenos Aires: Asociación Casa Editora Sudamericana, 2008); El Deseado de todas las gentes (Florida, Buenos Aires: Asociación Casa Editora Sudamericana, 2008); Hechos de los apóstoles (Florida, Buenos Aires: Asociación Casa Editora Sudamericana, 2009); y El conflicto de los siglos (Florida, Buenos Aires: Asociación Casa Editora Sudamericana, 2015). Ver también John C. Peckham, The Love ofGod:A Canonical Model [El amor de Dios: Un modelo canónico] (Downers Grove, ll+: InterVarsity, 2015).

4 White, Patriarcas y profetas, pp. 11-21; White, introducción de El conflicto de los siglos, pp. 9- 15; Jirí Moskala, «Origin of Sin and Salvation According to Genesis 3: A Theology of Sin» [El origen del pecado y la salvación según Génesis 3: una teología del pecado], en Salvation: Contours ofAdventistSo-teriology, Martin F. Hanna,;Darius W. Jankiewicz y John W. Reeve, editores (Berrien Springs, MI: Universidad Andrews, 2018), pp. 119-143; Richard M. Davldson, «Satan’s Celestial Slander» [La calumnia celestial de Satanás], Perspective Digestí, n.s 1 (1996):31-34; Jirí Moskala, «The God of Job and Our Adversary» [El Dios de Job y nuestro adversario], Journal of the Adventist Theological Society 15, n.» 2 (otoño de 2004): pp. 104-117.

5 Gregory A. Boyd, God at War The Bible and Spiritual Conflict [Dios en guerra: La Biblia y el conflicto espiritual] (Downers Grove, IL: InterVarsIty, 1997); Mlchael S. Helser, The Unseen Realm: Recovering the Supernatural Worldview ofthe Bible [El reino invisible: Recuperando la cosmovislón sobrenatural de la Biblia] (Belllngham, WA: Lexham Press, 2015).

6 Ver Jirí Moskala, «TheSignificance, Meanlng, and Role of Christ’s Atone-ment» [La importancia, el significado y la función de la expiación de Cristo] en God’s Character and the Last Generation, Jirí Moskala y John C. Peckham, editores (Nampa, ID: Pacific Press, 2018), pp. 190-218.

7 Para más detalles, ver la explicación de los capítulos 12 al 18 de Éxodo en el Comentario bíblico adventista del séptimo día, 1.1 (Buenos Aires, Argentina: ACES, 1992); William H. Shea, «Date of the Exodus» [La fecha del Éxodo], The International Standard Bible Encyclopedia, edición revisada, Geoffrey W. Bromlley et al. Geoffrey W. Bromlley et al. (Grand Rapids, MI: Eerdmans, 1982), t. 2, pp. 230-238


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