Ante los escándalos financieros en la iglesia, ¿Debemos seguir diezmando?

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El asunto que vamos a estudiar hoy es tan importante que no sólo es vital para aquéllos que han podido asistir por la tarde, sino también me gustaría que nuestros miembros de la iglesia pudieran estudiar este asunto junto conmigo esta mañana.

¿A cuántos de ustedes les gustaría estar para siempre financieramente seguros, donde no tendrían ninguna preocupación financiera en toda su vida? Antes de que entremos a estudiar lo que el santuario tiene que decir sobre los asuntos financieros, inclinemos nuestras cabezas para una palabra de oración: Padre celestial, te damos las gracias por el privilegio de estar en tu casa de culto en tu santo Sábado. Y al abrir tu Palabra esta mañana, te pedimos que abras nuestros corazones y nuestras mentes; que tú nos dé sinceridad para escuchar tu voz y llevar a cabo los principios que tú compartes a través de tu Palabra. Señor, queremos estar financieramente seguros, no sólo en esta vida sino en la vida venidera, y así te pedimos que nos muestres cómo podemos manejar nuestros asuntos financieros aquí para que nos preparemos para responsabilidades mayores en el reino venidero. Gracias, Señor, por escuchar nuestra oración y por contestarla. En el nombre de Jesús te lo pedimos, Amén.

Cuando hablamos sobre las finanzas, muchas personas empiezan a ponerse nerviosos, porque no hay nada que nos influya más o nos afecte más que las posesiones o el dinero. Si examinamos las enseñanzas del Señor Jesús en el evangelio, descubrimos que Él tiene más que decir sobre el dinero que sobre ningun otro asunto. Yo supongo que Jesús debe haber sentido que el dinero es un asunto muy importante, y que la manera que miramos el dinero puede dejarnos fuera del Cielo, o puede prepararnos para el Cielo. Ese es el porqué Jesús dijo : » haceos tesoros en el cielo, » porque sabemos que todo en esta tierra va a ser finalmente destruido.

Necesitamos recordar, que cuando hablamos sobre las finanzas tenemos en la Biblia cuatro principios básicos referentes a nuestros asuntos financieros y la mayordomía en general. Me gustaría empezar delineando estos cuatro principios importantes. Y entonces estudiaremos varios pasajes en la Biblia que hablan sobre la administración de nuestro dinero, y particularmente de los aspectos de nuestras finanzas que tienen que ver con nuestra relación inmediata con Dios.

Me gustaría empezar leyendo Génesis 1:1

En el principio creó Dios los cielos y la tierra.

Génesis 1:1 nos da el principio básico de toda mayordomía, ya sea nuestro tiempo, nuestro dinero, nuestros cuerpos, nuestra fuerza; no importa lo que sea. Este versículo nos da el principio fundamental. Dice: “En el principio creó Dios los cielos y la tierra”. Así que el primer principio fundamental es que Dios es el dueño de todo lo que hay en el mundo, de todo lo que hay en el universo. Técnicamente no poseemos nada ; nada nos pertenece. Todo pertenece a Dios.

Noten lo que dice en Salmo 24:1 sobre este mismo asunto (éste es un versículo que probablemente todos sabemos de memoria): » De Jehová es la tierra y su plenitud; el mundo, y los que en él habitan”.

Este versículo nos dice, una vez más, que la tierra pertenece al Señor, el mundo y todos aquéllos que moran en él; porque, una vez más, Dios es el Creador.

Volvamos a 1 Timoteo 6:7 y examinemos este pasaje desde la perspectiva del apóstol Pablo.

1 Timoteo 6:7

Porque nada hemos traído a este mundo, y sin duda nada podremos sacar.

Él dice algo muy cierto aquí simplemente porque mientras tengamos vida, tenemos posesiones, tiempo, tenemos nuestro templo del cuerpo, talentos; pero tan pronto la vida se va, ninguna de estas cosas es nuestra; ellas cesan.

Repasando entonces, el primer principio fundamental es que todas las cosas pertenecen a Dios.

Hay un segundo principio fundamental ahora, y ése es el que encontramos en Génesis 1:26: » Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en toda animal que se arrastra sobre la tierra.».

Noten que al hombre se le dio el dominio. Y este pensamiento se repite en el versículo 28: » Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos y llenad la tierra y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra.”

Entonces, nuestro segundo principio es que el hombre fue colocado como el administrador de Dios. Aunque Dios es el Creador y dueño de todo, somos Sus mayordomos; somos Sus administradores o Sus gerentes; podríamos decir, de lo que ha sido creado por Dios.

Noten lo que dice en Génesis 2:15 sobre este mismo punto. Después que Adán fue creado, nos dice allí, » Tomó, pues, Jehová Dios al hombre y lo puso en el huerto del Edén para que lo labrara y lo guardase». Noten que el hombre labra y guarda lo que pertenece a Dios.

Entonces, nuestros primeros dos principios, para repasar: Dios es el dueño de todo. Aunque Él es el dueño, nos ha confiado con lo que Él creó para que administremos o manejemos lo que ha hecho de una manera sabia.

Hay un tercer principio fundamental en mayordomía que regresa al mismo principio. A lo largo de la Biblia hay siempre algo que Dios reserva exclusivamente para Él, que el hombre no puede tocar o usar para sus propios propósitos. Y también tenemos ese principio en Génesis 2:16-17: «Y mandó Jehová al hombre diciendo: De todo árbol del huerto podrás comer [todos los árboles del jardín son suyos, para su uso, para su dirección y administración], pero del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres ciertamente morirás. «

Así que nuestro tercer principio es que, aún en el Jardín del Edén, Dios reservó algo exclusivamente para Él, que el hombre no podía usar su uso personal.

Y el cuarto principio también se encuentra en los el primeros dos capítulos de Génesis. Noten lo que dice en Génesis 1:28. Si el hombre siempre reconociera esta disposición de que Dios era el dueño, de que el hombre era el mayordomo-y de que el hombre respetaba lo que Dios había reservado para Él, entonces el hombre iba a disfrutar algo muy especial. Leamos versículo 28: » Y los bendijo Dios : Fructificad y multiplicaos, y llenad la tierra, y sojuzgadla y señoread en los peces del mar y en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra».

En otros términos, Dios estaba diciendo: » Si ustedes respetan esta disposición que he establecido, ustedes disfrutarán mi bendición » perpetua.

Pero, ¿qué pasó cuando Adán y Eva comieron del Árbol del Conocimiento del Bien y del Mal? Tenemos que vino lo contrario.

La Biblia ya no dice que la bendición gobierna sobre el mundo, sino la maldición.

Noten lo que dice en Génesis 3:14: » Y Jehová Dios dijo a la serpiente: Por cuanto esto hiciste, maldita serás entre todas las bestias y entre todos los animales del campo; sobre tu pecho andarás y polvo comerás todos los días de tu vida.”.

Noten que incluso las bestias, según esto, son malditas, excepto que la serpiente es maldita más de las demás bestias. Entonces, Noten lo que dice en el versículo 17: Y al hombre dijo: Por cuanto obedeciste a la voz de tu mujer, y comiste del árbol de que te mandé diciendo: No comerás de él; maldita será la tierra por tu causa; con dolor comerás de ella todos los días de tu vida. «. Y entonces, ustedes notan que en el capítulo 4 Caín es maldito cuando mata a su hermano Abel.

El cuarto principio es, dependiendo de que respetemos la disposición de Dios o la irrespetemos, traeremos sobre nosotros la bendición de Dios, o la maldición. Así que nuestros cuatro principios vuelven al mismo principio de tiempo, incluso, antes de que el pecado entrara en el mundo.

Repasemos estos principios una vez más:

1. Dios es el dueño de todo, porque Él es el Creador.

2. Somos los administradores de Dios. Administramos lo que pertenece a Dios. Se supone que lo mejoramos; se supone que somos fieles.

3. Hay algo que Dios reserva exclusivamente para sí, que no podemos usar para nosotros.

4. Dependiendo de que respetemos esta disposición o no, nos acarrearemos una bendición, o una maldición.

Ahora estoy seguro que ustedes están conscientes de adónde vamos con esto en esta mañana. Me gustaría echar un vistazo para ver lo que la Biblia tiene que decir sobre lo que Dios nos ha dado para administrar lo que Él ha reservado para sí.

Ustedes saben que es interesante que muchos cristianos creen que el sistema del diezmo era parte de la ley de Moisés. Ciertamente era parte de la ley de Moisés, pero no era exclusivamente parte de la ley Mosaica. El principio del diezmo precede a Moisés por 500 años. El pasaje que vamos a leer ahora de Génesis 14, empezando en el versículo 18, describe un evento que tuvo lugar 500 años antes del tiempo de Moisés, y para que esto preceda a la ley de Moisés, la legislación Levítica, con respecto al sacerdocio.

Ustedes recuerdan la historia: Los enemigos de Lot y los reyes de las llanuras habían conquistado las ciudades y habían tomado todo el botín de las ciudades, y es donde Abraham se involucró; decidió perseguir a estos individuos que habían robado todas las posesiones de las gentes que vivían en esas ciudades. Cuando Abraham está volviendo con todo lo que había conquistado a todos estos reyes, encontramos que Abraham tiene un encuentro muy interesante con un individuo nombrado Melquisedec.

Leamos

Génesis 14:18

Entonces Melquisedec, rey de Salem y sacerdote del Dios Altísimo, sacó pan y vino

Pero noten lo que dice sobre este encuentro en Génesis 14:18.

Ahora, ¿no es interesante que Melquisedec sacara pan y vino? ¿Por qué sacaría pan y vino?

Permítame preguntarles: ¿Hay que ir después a la historia sobre uno que iba a sentarse con sus discípulos en la última cena en el Aposento Alto y traería pan y vino , uno que también es sacerdote según el orden de Melquisedec? Claro que sí.

Ahora ése es un detalle importante que veremos, al estudiar a lo largo de esta mañana. Así que Melquisedec es un tipo o un símbolo de Jesús. Abraham encontró a Melquisedec.

Y entonces yo quiero que noten lo que dice en el versículo 19: ¿» y le bendijo, diciendo: Bendito sea Abram del Dios Altísimo, creador de los cielos y de la tierra; ‘ » ¿Cómo Dios se describe en este versículo? Como el “Creador de los cielos y de la tierra «.

Lo que vamos a encontrar aquí es que cuando Abraham da los diezmos a Melquisedec que no es principalmente porque está tratándose de los eventos después de la caída, sino está dando los diezmos a Melquisedec para reconocer a Dios como el dueño del cielo y la tierra.

¿Ahora, por qué Dios posee el cielo y tierra? Porque Él es el Creador.

Aquí Dios se presenta como el dueño del cielo y la tierra; Él es el Creador. Pero ha hecho más. Noten como el versículo 20 continúa: » y bendito sea el Dios Altísimo, que entregó tus enemigos en tu mano. Y le dio Abram los diezmos de todo. «

Dios se reconoce por dos razones:

Primero, Él es el dueño del cielo y de la tierra;

Segundo, Él ha librado a Abraham de sus enemigos. Dios es reconocido como el Creador, pero también es reconocido como el Redentor. Y entonces, ¿qué hace Abraham al reconocer a Dios como dueño o Creador y Redentor de sus enemigos? ¿Dice muy claramente, en esa última frase del versículo 20, » Y él le dio los diezmos de todo «.¿ Por qué Abraham dio a Dios, a través de Melquisedec, los un » diezmos de todo «? Hay una explicación en el pasaje,

En primer lugar, porque Dios es el dueño ¿tiene que ver con las cosas después de la caída, o antes de la caída? Está antes de la caída.

Es lo mismo que el Sábado. ¿Fue el sábado instituido antes de la caída o después de la caída? Antes de la caída. Pero yo quiero que Noten que después de la caída, el Sábado ganó otra dimensión. El Sábado señalaba originalmente al hecho de que Dios es el Creador; pero luego se vuelve una indicación de que Jesús es el Redentor, porque Jesús que creó en seis días, acabó Su trabajo en seis días y descansó el séptimo día. Jesús terminó Su trabajo de redención en seis días, y descansó en la tumba el séptimo día. Y para que el Sábado tenga un significado doble, tiene un significado de la creación antes del pecado, y tiene un significado adicional conectado con la redención después del pecado.

Y lo mismo es verdad con el diezmo. El diezmo, en primer lugar, se devuelve al Señor porque Dios es el dueño, el Creador; eso antes del pecado. Pero hay una razón agregada, y es que Dios nos libra de enemigos. Dios también es el Redentor.

Génesis 14:21-23 continúa la historia: » Entonces el rey de Sodoma dijo a Abram: Dame las personas, y toma para ti los bienes. 22Y respondió Abram al rey de Sodoma: He alzado mi mano a Jehová Dios Altísimo, creador de los cielos y de la tierra, 23que desde un hilo hasta una correa de calzado, nada tomaré de todo lo que es tuyo, para que no digas: Yo enriquecí a Abram «

¿Era Abraham rico a estas alturas ? Oh, sí, lo era.Simplemente lea los capítulos anteriores. En ese tiempo él era uno de los hombres más ricos en el oriente.

¿Pero, ¿ a quién Abraham atribuye sus riquezas? Él dice, » yo no voy a tomar algo de ustedes, porque entonces dirán, ‘ yo hice a Abraham rico. ‘ » Él dice, » El que me hizo rico es Dios».

¿Ustedes dirían, entonces, que el principio del diezmo ya se revela claramente en Génesis 14 – La motivación por dar el diezmo a quien éste pertenecía, y a quién se supone que debe ser dado?

¿A quien se le dio el diezmo, según Génesis 14? Se dio a Melquisedec.

¿Y quién era Melquisedec ? Era un sacerdote. Así que me imagino que la Biblia enseña que el diezmo debía ser devuelto al sacerdote antes del sacerdocio Levítico. ¿Era el plan de Dios que el diezmo se devuelva al sacerdote, incluso antes del sacerdocio Levítico? Claro que sí.

¿Así que el principio de devolver el a los sacerdotes de Dios involucre un principio que está más allá de Moisés y antes de Moisés? ¿Involucra un principio eterno? Sí,

Ahora prosigamos un poco más con Levítico 27:30-32. » Y el diezmo de la tierra, así de la simiente de la tierra como del fruto de los árboles, de Jehová es; es cosa dedicada a Jehová. «.

¿Cuánto del diezmo es santo al Señor? Todo.

¿Cómo Dios se siente cuando usamos parte de él?

¿Ustedes se imaginan que digamos: » Señor, guardaremos sólo la mitad de esa fruta «?

¿Qué piensa que Dios diría? Muy bien, ustedes recibirán la mitad de la maldición; ¿o si ustedes respetan la mitad de la fruta, yo les daré la mitad de la bendición «.

Dios quiere todo o nada. Esa es su forma.

Dirá: » Muy bien, dame la mitad de tu corazón; ¿eso el lo que hará «? Admite Dios tu corazón por la mitad?

¿Dios aceptaba la mitad de la ofrenda en el Antiguo Testamento ? No.

¿Acepta Dios 23 de las 24 horas del Sábado? No.

¿Cuánto del Sábado es de Dios? Todo.

¿Cuánto del diezmo es de Dios? Todo, según esto.

El versículo 31 dice: « Y si alguno quisiere rescatar algo del diezmo, añadirá la quinta parte de su precio por ello.«

Por ejemplo, si una persona en los tiempos del Antiguo Testamento no quería dar animales y semillas como diezmo (porque ellos trataban animales y productos), pero quería pagar el dinero en cambio, él debía agregar un quinto. O sea, el 25%.

El versículo 32 continúa: » Y todo diezmo de vacas o de ovejas, de todo lo que pasa bajo la vara, el diezmo será consagrado a Jehová«.

Notemos que todo el diezmo pertenece a Dios, y el diezmo es el diez por ciento.

Ahora vamos al libro de Números, capítulo 18. Hay varios detalles aquí que necesitamos analizar.

Ustedes recuerdan que cuando Israel salió de la tierra de Egipto había una tribu específica que Dios escogió al pie del Monte Sinaí para ocuparse de los asuntos espirituales de la nación. Era la tribu de Leví.

Dios dijo, » Cuando ustedes entren en la Tierra Prometida, cuando ustedes entren en la tierra de Canaán, allí va a estar una tribu que no recibirá la herencia en la tierra. Ellos no van a recibir ninguna tierra; ellos no van a recibir ningún animal; ellos no van a recibir alguna herencia en la Tierra Prometida. La razón es que yo quiero esta tribu [que es una tribu de sacerdotes, a propósito] para servir el tiempo completo como sacerdotes, o como los líderes espirituales de la congregación. Por consiguiente yo no estoy dándoles herencia. Yo no los quiero que planten y cosechen. Yo no los quiero cuidando de animales. Yo no los quiero haciendo ningún otro trabajo. Yo quiero que ellos se concentren en las necesidades espirituales de la congregación. Y por tanto, no hay ninguna herencia para ellos «.

La pregunta es, Si ellos no conseguían la herencia, ¿cómo podían vivir? Aquí es donde entra Números 18 . Empecemos con el versículo 20: » Y Jehová dijo a Aarón: De la tierra de ellos no tendrás heredad, ni entre ellos tendrás parte. Yo soy tu parte y tu heredad en medio de los hijos de Israel.

21 Y he aquí yo he dado a los hijos de Leví todos [ Noten que en cada pasaje dice todos] los diezmos. . . ¿Quién les da los diezmos? ¿Quién paga a los Levitas por su servicio en el santuario? Tres veces en este pasaje se da énfasis que los Levitas eran pagados por Dios. Ustedes dicen, ahora, ¿cómo es eso?

¿No eran las once tribus de la congregación que traían sus diezmos para que los Levitas pudieran servir tiempo completo en el ministerio, y aún podían tener medios de sustentarse financieramente?

Ustedes saben, yo pienso que hay un principio muy importante aquí: Dios es el que paga al predicador. Ustedes simplemente traen el diezmo ; están devolviéndolo a Dios; y entonces Dios dice, » Ahora yo pagaré al predicador «.

¿Por qué ustedes suponen que Dios lo hizo de esa manera? Permítanme decirles por qué. Particularmente en los Estados Unidos de América son muy utilitarios. Manejan el mercado. La manera americana es capitalismo básico. Yo pago por servicios recibidos, y si yo no recibo los servicios, no pago. Así que el hecho es que este pasaje nos dice que el diezmo no tiene nada que ver con los servicios recibidos. El diezmo pertenece a Dios. Es santo. Es Suyo. Y Dios dijo, (» Traigan el diezmo a mí, y yo lo daré a los sacerdotes; Yo lo daré a los Levitas «). En ese caso no había forma que la congregación pudiera decir, » ¡Oh!, no me gusta la manera que el sacerdote hace las cosas; Yo no voy a devolver mi diezmo «. No había ninguna base de usar el diezmo para el chantaje y para manipular el sistema. Dios simplemente dijo, («Traigan el diezmo, y yo pagaré a los Levitas, «) como un asunto de principio.

En otros términos, el diezmo no tiene nada que ver con pagarle a un pastor por los servicios dados o por beneficios recibidos. Diezmar simplemente es un asunto de principio- diezmamos porque el diezmo pertenece a Dios; y entonces Dios escoge pagar al sacerdocio o a los pastores. No es una chiripa, en otros términos. ¡No es que decimos, » ¡Oh!, no me gusta la manera que pastor predica! Yo voy a retener mi diezmo». Eso no funciona así.

Noten lo que dice el versículo 21 una vez más: (« Y he aquí yo he dado a los hijos de Leví todos los diezmos en Israel por heredad…»)

¿Por qué Dios les da el diezmo a los sacerdotes como herencia?

¿Piensa ustedes que eso era justo?

¿Era correcto para Dios hacer eso? ¿Por qué?

Noten lo que continúa diciendo: “por su ministerio, por cuanto ellos sirven en el ministerio del tabernáculo de reunión».

¿Qué está haciendo Dios? Dios está remunerando a los sacerdotes por servir las necesidades espirituales de la congregación.

¿Es justo, que un individuo que trabaja tiempo completo para la congregación debiera recibir una porción de los medios materiales de la congregación? Algunos de ustedes parecen inseguros de sí están de acuerdo con esto. Ustedes pueden estar preguntando, » ¿Por qué usted está predicando esto? ¿Porque yo quiero que las personas devuelvan los diezmos para mí?”

Permítanme decirles, amigos, que un pastor puede ganarse la vida en otras líneas de trabajo que servir como pastor; Yo puedo garantizarles eso. Yo no estoy predicando esto hoy simplemente porque yo quiero que ustedes devuelvan el diezmo para que yo cobre.

¡Dios puede llover dinero del Cielo para pagarme, si él quiere!

La razón por la que estoy compartiendo esto con ustedes es que Dios nos ha dado principios que, si son seguidos, nos harán felices, y prósperos y benditos. Cuando no somos fieles, somos los perdedores, no el pastor. Dios cuidará del pastor.

Yo no quiero que ustedes piensen que yo estoy predicando esto por razones egoístas, porque yo no lo soy.

Noten lo que dice los el versículos 22 al 25: Y no se acercarán más los hijos de Israel al tabernáculo de reunión, para que no lleven pecado por el cual mueran. 23Mas los levitas harán el servicio del tabernáculo de reunión, y ellos llevarán su iniquidad; estatuto perpetuo para vuestros descendientes; y no poseerán heredad entre los hijos de Israel. 24Porque a los levitas he dado por heredad los diezmos de los hijos de Israel, que ofrecerán a Jehová en ofrenda; por lo cual les he dicho: Entre los hijos de Israel no poseerán heredad.”

Noten, una vez más, que Dios dice, le he dado] a los Levitas como herencia; por lo cual les he dicho, (‘ Entre los hijos de Israel no poseerán heredad ‘). Es la segunda ocasión que Dios se refiere al hecho de que lo ha dado a los Levitas.

Y ahora Noten los versículos 25 y 26: « Y habló Jehová a Moisés, diciendo: 26Así hablarás a los levitas, y les dirás: Cuando toméis de los hijos de Israel los diezmos que os he dado de ellos por vuestra heredad, vosotros presentaréis de ellos en ofrenda mecida a Jehová el diezmo de los diezmos.

Lo que este pasaje está diciendo es que los pastores también deben diezmar .Está diciendo que los sacerdotes debían diezmar el diezmo.

¿Cómo un pastor podría estar de pie delante de una congregación como esta y decirle “Diezmen, «cuando él no está diezmando? ¿Qué autoridad, qué poder del ejemplo pudiera tener que decirle a la gente «diezmen”, cuando él no diezma?

Dios dice que también los pastores deben diezmar; se supone que ellos diezman los diezmos que se reciben de la congregación.

Nuestro próximo pasaje se encuentra en el libro de Malaquías. Todos conocen muy bien este pasaje. Algunas personas dicen, » Bien, Pastor. La Biblia dice que se supone que debo diezmar; Se supone que yo lo devuelvo al Señor, y entonces el Señor paga al predicador. ¿Pero qué pasa si el predicador no está predicando lo que se supone que él debe predicar?

¿Qué pasa si simplemente no me gusta el predicador?

¿Qué pasa si el predicador es un vago, perezoso que se sienta en casa y nunca visita a nadie? ¿Qué dice sobre eso?

¿Yo todavía debo devolver mi diezmo «? Permítame compartirles como eran los sacerdotes por los días de Malaquías. ¡Yo les diré, nuestros pastores hoy en nada se comparan con lo que los predicadores estaban haciendo por los días de Malaquías! Ustedes dicen, ¿» Cómo es eso «?

Noten lo que dice en Malaquías 1:6 «: (‘ El hijo honra al padre, y el siervo a su señor. Si, pues, soy yo padre, ¿dónde está mi honra? y si soy señor, ¿dónde está mi temor? dice Jehová de los ejércitos a vosotros, oh sacerdotes, que menospreciáis mi nombre. Y decís: ¿En qué hemos menospreciado tu nombre?».

¿Qué estaban haciendo los dirigentes? Estaban despreciando el nombre de Dios.

Dios había dicho que ellos tenían que ofrecer sacrificios perfectos; ¿pero saben lo que estaban haciendo? Estaban dándole los sobrantes a Dios.

Cualquier cosa que ellos no podrían usar, se la daban a Dios. Noten lo que dice en versículo 8: Y cuando ofrecéis el animal ciego para el sacrificio, ¿no es malo? Asimismo cuando ofrecéis el cojo o el enfermo, ¿no es malo? Preséntalo, pues, a tu príncipe; ¿acaso se agradará de ti, o le serás acepto? dice Jehová de los ejércitos. «.

Noten lo que dice en los versículos 13 y 14: » Habéis además dicho: ¡Oh, qué fastidio es esto! y me despreciáis, dice Jehová de los ejércitos; y trajisteis lo hurtado, o cojo, o enfermo, y presentasteis ofrenda. ¿Aceptaré yo eso de vuestra mano? dice Jehová. 14Maldito el que engaña, el que teniendo machos en su rebaño, promete, y sacrifica a Jehová lo dañado. Porque yo soy Gran Rey, dice Jehová de los ejércitos, y mi nombre es temible entre las naciones. Noten; estos sacerdotes estaban ofreciendo los sacrificios dañados; estaban robando, estaban despreciando el nombre del Señor.

Malaquías, capítulo 2, versículos que 7 y 8 nos dice otras cosas que estaban haciendo estos sacerdotes: (« Porque los labios del sacerdote han de guardar la sabiduría, y de su boca el pueblo buscará la ley; porque mensajero es de Jehová de los ejércitos. «). Esperan ustedes a un pastor para guarde el conocimiento y enseñe la ley

que salga de su boca. Pero noten el versículo 8: Mas vosotros os habéis apartado del camino; habéis hecho tropezar a muchos en la ley; habéis corrompido el pacto de Leví, dice Jehová de los ejércitos. «).

Noten lo que dice en Capítulo 3, versículo 5-la misma idea; Dios está hablando de los Levitas: » (‘ Y vendré a vosotros para juicio; y seré pronto testigo contra los hechiceros y adúlteros, contra los que juran mentira, y los que defraudan en su salario al jornalero, a la viuda y al huérfano, y los que hacen injusticia al extranjero, no teniendo temor de mí, dice Jehová de los ejércitos.

Noten que las cosas que estaban pasando entre el sacerdocio. Ustedes esperarían que Dios dijera, » Ahora, amigos, ya saben cómo era el sacerdocio. Era corrupto. ¿Olvídense de traer más sus diezmos «. ¿Es eso lo que Dios hace?

Noten lo que dice en el Capítulo 3, versículo 7: Desde los días de vuestros padres os habéis apartado de mis leyes, y no las guardasteis. [ Y luego Dios dice] Volveos a mí [ésa es otra palabra para la conversión en el Antiguo Testamento] , y yo me volveré a vosotros, ha dicho Jehová de los ejércitos. Mas dijisteis: ¿En qué hemos de volvernos? [Cómo necesitamos ser convertidos?

¿Robará el hombre a los Levitas? ¿Robará el hombre al templo? ¿Robará el hombre a la tesorería?-¿Es eso lo que dice? Noten lo que dice en Malaquías 3:8

¿Robará el hombre a Dios? Pues vosotros me habéis robado. Y dijisteis: ¿En qué te hemos robado? En vuestros diezmos y ofrendas.

¿Estamos robando al pastor? ¿Estamos robando al templo?

¿A quién estamos robando? A Dios.

Usted dice, » Pastor, no me gusta lo que usted está diciendo. Es demasiado fuerte, demasiado directo». Yo no quiero ser como uno de esos predicadores de los días de Malaquías. Yo pienso que éste es un asunto que necesitamos llevar a cabo en nuestras vidas, porque creo que representará una gran diferencia en nuestra vida espiritual. Según esto, es todo un asunto de conversión.

¿Así que dice, » ¿Robará el hombre a Dios? Pues vosotros me habéis robado. Y dijisteis: ¿En qué te hemos robado? En vuestros diezmos y ofrendas. [Y cómo Dios contesta?] En los diezmos y ofrendas». Oh, así que podemos robar también a Dios en nuestra ofrenda. Y luego Dios dice, Malditos sois con maldición, porque vosotros, lanación toda, me habéis robado. (incluso, la nación entera). Y entonces Él dice, Traed todos los diezmos al alfolí.

¿Nos dice Dios claramente en este pasaje cuánto traer? Sí-todos los diezmos.

¿Él nos dice dónde traerlo?

Algunas personas dicen, » yo no voy a dar mi diezmo en la iglesia, porque no estoy de acuerdo con lo que está pasando en la Conferencia o en la iglesia. ¿Yo voy a usarlo para algún proyecto en algún lugar. y yo voy a dar mi diezmo para ese proyecto «.

¿Saben ustedes que Dios no ve eso muy favorablemente? ¿Cómo sabemos eso?

¿Cuál es el » alfolí» que se menciona aquí?

Permítanme compartir con usted un par de versículos de lo que es el alfolí.

La Biblia está clara en este punto. Vayamos a 1 Crónicas 9:26: (« Porque cuatro principales de los porteros levitas estaban en el oficio, y tenían a su cargo las cámaras y los tesoros de la casa de Dios. «. Ustedes saben que la palabra tesorería es la palabra idéntica a alfolí. (Las tesorerías de la casa de Jehová)»-así que ¿dónde está el alfolí? Es la tesorería de la casa de Dios.)

¿Cuál es la casa de Dios? Vayan conmigo a 1 Timoteo 3:14,15:

Esto te escribo, aunque tengo la esperanza de ir pronto a verte, 15para que si tardo, sepas cómo debes conducirte en la casa de Dios ”.

¿Qué es la » casa de Dios «? La » iglesia del Dios viviente, » según este texto.

¿Dónde Dios nos dice que traigamos los diezmos y las ofrendas? A la iglesia, a la tesorería de la iglesia; porque hoy el templo es la iglesia.

Así que Noten lo que Dios dice una vez más, en Malaquías 3:10:» (‘ Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde. «).

¿Ustedes creen eso? ¿Han experimentado eso? La única manera que lo van a saber es si ustedes lo prueban. ¡Ustedes nunca lo sabrán a menos que lo prueben!

Permítame aclarar algo: no diezmamos para que Dios nos bendiga, porque ésa es una idea de manejar el mercado que tenemos en nuestro cerebro, Wall Street;

Yo invierto porque voy a ganar. Con el diezmo, simplemente lo devuelvo. Es una asunto de principio. Aun cuando no reciba ningún beneficio. Porque es Suyo, no es mío.

¿Dios lo hace simple? Nosotros somos los que lo hacemos complicado.

Decimos, » Oh, no me gusta lo que está enseñándose en esta iglesia, así que yo voy a dar mi dinero a un proyecto, a otra parte. Alguien de otra iglesia me dijo recientemente, » Oh, yo no doy mi diezmo a la iglesia. Yo tengo una lucha financiera terrible. ¿Creen que el Señor lo considera bien que tomemos el dinero del Señor y lo usemos para educar a nuestros hijos? ¿Es eso un uso apropiado del diezmo? ¿O devolverlo a Dios a quien pertenece?

¿Para quiénes era el diezmo? Era para los sacerdotes, para continuar su ministerio en la congregación de Dios. No diezmamos para ser bendecidos; diezmamos y somos bendecidos. Algunos de ustedes no podrían haber captado eso; así que permítanme repetirlo: no diezmamos para ser bendecidos; diezmamos y somos bendecidos. La razón que yo digo que alguien vino una vez a mí y dijo, «Yo probé eso que usted sugirió de que debemos diezmar, y de que Dios nos bendeciría; y usted sabe, yo empecé diezmar, y las cosas nunca han sido peores. Ahora estoy apurado financieramente;

Debo más dinero ahora, que antes. Yo pensé que iba a recibir mucho dinero. ¡No voy a diezmar más «

! No es maravilla que el Señor no bendijo a esa persona! Ésa es la manera que los Fariseos estaban diezmando en el tiempo de Jesús; ellos estaban diezmando la menta, el eneldo, y el comino, pero estaban con el propósito de ganarse el favor de Dios. Y eso es lo que Jesús condenó. Él dijo, Esto era necesario hacer, sin dejar de haceraquello. Ustedes diezman porque aman al Señor, porque comprenden que el dinero es Suyo, no porque ustedes quieren recibir una bendición». Debemos ser como Job, que sirvió a Dios por nada .

Ustedes saben que no es el premio del Cielo, o el temor al Infierno lo que debe llevar a las personas a servir al Señor; sino el amor simple.

¿Muchas personas piensan, » Nosotros guardamos el Sábado, porque sabemos que si guardamos el Sábado,

Podremos descansar y recibiremos todas las bendiciones del Sábado «.

¿Saben ustedes por qué guardo el Sábado? Es muy simple. Porque Dios lo dice.

¿Saben por qué devuelvo el diezmo? Porque Dios lo dice.

¿Saben por qué yo dedico mi tiempo a Dios? Porque Dios lo dice. Y si Dios lo dice, estoy seguro que Él un Dios amante, amable, maravilloso, y que su camino siempre es el mejor.

Veamos a 1 corintios 9 ahora. Alguien dice, » Pastor, espere solo un momento; todo lo que usted leyó era del Antiguo Testamento-y somos cristianos del Nuevo Testamento». Bien, yo le diré que Yo soy Cristiano de la Biblia. Sin embargo, el diezmo se expresa claramente también en el Nuevo Testamento.

¿Todavía Dios es el dueño de todo? ¿Es Él todavía el poseedor de todo, porque es el Creador? ¿Así por qué el principio del diezmo cambiaría, si es una ordenanza de creación y luego, tiene también una ordenanza de redención?

En 1 corintios 9:1 el apóstol que Pablo está hablando a los corintios: ¿No soy apóstol? ¿No soy libre? ¿No he visto a Jesús el Señor nuestro? ¿No sois vosotros mi obra en el Señor? 2Si para otros no soy apóstol, para vosotros ciertamente lo soy [eso es porque él los había ganado para Cristo].

Porque ustedes son el sello de mi apostolado en el Señor (Eso es porque los había ganado para Cristo) y he sido llamado para ser un apóstol, porque están convertidos y pertenecen a la iglesia del Señor].

Versículo 3: (« Contra los que me acusan, esta es mi defensa: 4¿Acaso no tenemos derecho de comer y beber? 5¿No tenemos derecho de traer con nosotros una hermana por mujer como también los otros apóstoles, y los hermanos del Señor, y Cefas?

Yo quiero detenerme allí sólo por un momento. ¿Qué está diciendo el apóstol Pablo? Está diciendo, ¿No tenemos derecho de traer con nosotros una hermana por mujer como también los otros apóstoles, y los hermanos del Señor, y Cefas? 6¿O sólo yo y Bernabé no tenemos derecho de no trabajar? 7¿Quién fue jamás soldado a sus propias expensas? ¿Quién planta viña y no come de su fruto? ¿O quién apacienta el rebaño y no toma de la leche del rebaño

Permítanme preguntarles, entonces: ¿Es implícito que fueran bien remunerados Cefas y los otros apóstoles por su labor? » O es sólo Bernabé y yo quienes tenemos el derecho de no trabajar ?

¿Trabajó el apóstol Pablo y ministró?

¿Qué hacía? Él hacía tiendas.

¿Pero se abstuvo de trabajar para ser remunerado del diezmo? ¿No. Cefas era estado remunerando? ¿Los otros apóstoles eran remunerando? Implícitamente, sí; ¿porque él dice, no tenemos un derecho para no tener que trabajar mientras atendemos? ¿ no podemos ser como Cefas y los demás apóstoles «?

Versículo 7: ¿Quién fue jamás soldado a sus propias expensas?

Cuando un soldado se alista en el Ejército ¿le dicen, » Bienvenido, ahora tienes que pagar por tu propia comida, y vas a pagar el alquiler por vivir en los cuarteles «? ¿ Es esa la manera como funciona? ¿No dice, » Quién fue jamás soldado a sus propias expensas? [Nadie] ¿Quién planta una viña y no come de sus frutos? O ¿Quién apaciente el rebaño y no bebe la leche del rebaño»? en otros términos, lo que está diciendo es: » Si ustedes van a la guerra, aquéllos a quienes ustedes sirven deben cubrir tus gastos; si plantan una viña, deben de segar sus frutos; si cuidan un rebaño, reciban la bendición del rebaño «.

Y entonces noten lo que él dice en el versículo 8: ¿Digo esto sólo como hombre? ¿Nodice esto también la ley¿[¿Estoy hablando así como un ser humano? son estas mis palabras?] O ¿no dice la ley lo mismo también «?

Ahora él va referirse a la Escritura y dice: Porque en la ley de Moisés está escrito: Nopondrás bozal al buey que trilla. ¿Tiene Dioscuidado de los bueyes?

Ustedes saben, que se usaban los bueyes para pisar el grano para trillarlo. Y lo que esto está diciendo aun es que un buey que esté trillando el grano tiene el derecho de comer algunos de los granos que él está trillando. Él está trabajando, trillando el grano; por consiguiente, no pongas bozal al buey. Él debe comer del grano que está trillando.

Y entonces el apóstol que Pablo dice, en el versículo 9, Porque en la ley de Moisés estáescrito: No pondrás bozal al buey que trilla. ¿Tiene Dios cuidado de los bueyes? ¿Está interesado Dios en los bueyes? ¿O Él lo dice por causa nuestra? Por causa nuestra, está sin lugar a dudas , que el que ara debe arar en esperanza, y quien trilla en la esperanza debe ser partícipe de su esperanza. ¿Si sembramos las cosas espirituales, es gran cosa si segamos cosas » materiales? ¿Entienden lo que el apóstol Pablo está diciendo? ¿Él está diciendo, » Si servimos en las cosas espirituales, es gran cosa que recibamos cosas » materiales? )

Versículo 12: Si otros participan de este derecho sobre vosotros, ¿cuánto más nosotros? Pero no hemos usado de este derecho, sino que lo soportamos todo, por no poner ningún obstáculo al evangelio de Cristo.Ahora alguien podría estar preguntándose, » Pero ¿Está el apóstol Pablo realmente hablando sobre traer los diezmos materiales a los que enseñan el evangelio «? Claro que sí.. Noten lo que él dice en versículo 13:

¿No sabéis que los que trabajan en las cosas sagradas, comen del templo, y que los que sirven al altar, del altar participan

¿Quiénes son los que servían en el templo y también en el altar? Los Levitas- ya notamos eso en Números 18.

Así que ¿Está el apóstol Pablo hablando en este pasaje, cuando da todos los ejemplos sobre el trabajo y luego de la cosecha del trabajo? Él está hablando acerca del diezmo. Noten el versículo 14: Así también ordenó el Señor a los que anuncian el evangelio, quevivan del evangelio.

Ustedes saben que hay muchas personas que piensan que los Diez Mandamientos son las Diez Sugerencias o las Diez Recomendaciones.

Claramente el principio del diezmo es enseñado en este pasaje, porque el apóstol Pablo está arguyendo del sacerdocio levítico y lo está aplicándolo a los mensajes de Dios en su día.

Un último punto. Algunas personas dicen, » Pero, Pastor, Hebreos 7 dice que el sacerdocio de Levítico está abolido». Y es así. En hebreos 7 dice que el sacerdocio Levítico desapareció. Así que si dices que, » El sacerdocio de Levítico desapareció, eso significa que el diezmo que era dado al sacerdocio de Levítico desapareció».

Eso sería verdad si no fuera para un punto; es que la Biblia nos dice que Jesús es Sumo Sacerdote según el orden de Melquisedec, y Abraham entregó los diezmos a Melquisedec.

¿Han notado alguna vez que en ambas órdenes de sacerdocio-de Melquisedec y de Leví-tico el diezmo está involucrado? Así que Jesús no es un sacerdote según el orden de Leví, porque Él era de la tribu de Judá. Sino Él es sacerdote según la orden de Melquisedec; y porque Abraham entregó los diezmos a Melquisedec, y porque Jesús es sacerdote después del orden de Melquisedec, debemos continuar diezmando a Jesús.

Permítanme preguntarles esto, entonces,:¿ Cuándo devolvemos nuestro diezmo a Jesús, ¿cómo lo hacemos ¿Avisamos a la NASA y ponemos nuestro dinero en un cohete y lo hace subir verticalmente hasta donde está el Señor? ¿Cómo personas diezmamos al Señor en el antiguo Testamento a aquéllos que servían en el altar y en el templo? Ellos devolvían su diezmo en el templo, y los sacerdotes eran pagados. En el templo de hoy, que es la iglesia, como ya hemos leído, ¿Cómo damos nuestro diezmo a Jesús que es Sacerdote según el orden de Melquisedec? Devolvemos el diezmo al Señor trayéndolo a la iglesia que Jesucristo estableció.

Simplemente permíteme mencionar una cosa más.

Ustedes preguntan, «¿Cómo me beneficia todo esto»?

Permítame darle un testimonio personal. Yo nunca he sido más grandemente bendecido en toda mi vida que cuando tomé la decisión de ser fiel a Dios en este asunto de lo que hemos estado hablando hoy. Yo no lo hice porque quería ser bendecido, sino que escogí hacerlo; y el Señor ha derramado las bendiciones, como ustedes no se podrían imaginar. ¿Tengo tanto dinero como me gustaría tener? No.¿Tengo mucho más que la mayoría de las personas en el mundo? Claro que sí.

Ustedes saben, a veces cuando nos quejamos sobre cuán poco tenemos, no tenemos ninguna idea de cómo están viviendo el 90 por ciento de las personas en el mundo .

No tenemos ninguna idea de lo que significa “bendiciones”». Pensamos que “bendiciones” significa ser rico y poder comprar todo lo que necesitamos. Pero hay más cosas involucradas en las bendiciones que simplemente asuntos financieros, teniendo mucha salud, familia, iglesia, tener la convicción de tener a Jesús como el Salvador y Señor de nuestras vidas, la paz y el gozo que vienen con eso. Las bendiciones abundantes.

Dios no nos ha dado el principio del diezmo para pagar al pastor, sino para nuestro beneficio y podamos mostrar que lo reconocemos como nuestro Creador, y que Él puede confiarnos sus recursos, no sólo en este mundo sino también en el mundo venidero.

Ustedes saben, amigos que Malaquías 3:8 no sólo habla del diezmo, sino también de las ofrendas. ¡Ustedes dicen, » Oh, no! Ustedes quieren decir que la Biblia dice que necesito, no sólo devolver el diez por ciento al Señor, sino también las ofrendas «!

Bien, escuchen: ¿los diezmos que devolvemos van a pagar exclusivamente a los pastores,? Éso es lo que la Biblia dice.

Algunos dicen, » Úsenlo para los pobres; úsenlo para pagar la luz; úsenlo para arreglar el techo, o para alfombrar la iglesia «. No; ninguna de esas cosas. Es para pagar a los ministros a través del Señor, aquéllos que trabajan tiempo completo en los asuntos espirituales de la iglesia.

¿Ustedes dicen, » Entonces ¿cómo es que la iglesia sigue funcionando?¿Quién paga la luz? ¿Quién paga por la calefacción, para el acondicionamiento del aire en el verano, el cuarto del coro, la ayuda de la secretaria, al tesorero, al personal?

¿De dónde viene ese dinero? Viene de las ofrendas. Se dan las ofrendas para eso, pero el diezmo es reservado para el Señor.

¿Y ustedes saben qué? Cuando yo tomé mi decisión para devolver al Señor el diezmo más el diez por ciento en las ofrendas, encontré que mi dinero va más allá que si yo guardara el 100 por ciento para mí.

Ustedes dice, » Eso es ridículo; no tiene sentido. No tiene sentido financiero. ¿Cómo ustedes pueden irse a los extremos y encontrarse mejor con el 80 por ciento que con 100 por ciento «? Bien, Dios dice, » Pruébenme «! Y ustedes nunca lo sabrán a menos que prueben al Señor y le tomen Su palabra.

El sacrificio no es medido por lo que damos; el sacrificio es medido por cuánto nos quedamos después de haberlo dado. Ésa es la historia de la viuda, ¿no es así?

¿Ustedes recuerdan los dos blancas de la viuda? Oh, había personas dando grandes sumas de dinero allí en el templo y desfilando delante de todos; Pero Jesús dijo, » Esta viuda echó más de que todos los que han echado en el arca”.¿ Por qué ? Porque ellos » dieron de lo que les sobraba, » pero ella en su amor por el Señor había dado todo lo que tenía.

¿Ustedes piensan que la viuda fue muy bendecida? Ella no tenía dinero. ¿Cómo ella se iría a los extremos si ella era fiel a Dios? ¿Ustedes piensan que Dios iba a decepcionarla? ¡Claro que no!

Oro a Dios que nuestros miembros, nuestros visitantes aquí hoy, tomen la decisión de probar al Señor en esto, y escojan ser fiel a Dios devolviendo el diezmo completo donde debe devolverse, y devolviendo las ofrendas a Dios; y yo le aseguro que las bendiciones que tendremos en esta congregación será más allá de nuestros sueños más descabellados, y las cosas que podremos hacer para Dios en esta comunidad será más allá de nuestras ideas más absurdas. Y lo que Dios hará individualmente y personalmente por ustedes será apenas algo asombroso, y ustedes dirán, » yo nunca me di cuenta de lo que Dios podría hacer tanto en mi vida como cuando yo le doy el primer lugar.

Que Dios nos ayude a devolver los diezmos y las ofrendas fielmente, sabiendo que es propiedad exclusiva del señor, y que él lo defenderá por encima de los escándalos financieros que se presenten en la obra de Dios.

Enseñar otra cosa significa desobedecer el mandamiento del señor que dice en Mateo 23:23 porque diezmáis la menta y el eneldo y el comino, y dejáis lo más importante de la ley: la justicia, la misericordia y la fe. Esto era necesario hacer, sin dejar de hacer aquello.

Que Dios nos bendiga.

Categorías: Mayordomía

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